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El diagnóstico precoz, la asignatura pendiente en VIH

La mitad de las nuevas infecciones en Europa se detecta muy tarde Los expertos alertan de que la epidemia no retrocede y recomiendan mejorar la prevención

Elena G. Sevillano
Prueba rápida de VIH en Barcelona Check Point.
Prueba rápida de VIH en Barcelona Check Point. Tejederas

Es el talón de Aquiles de la lucha contra el VIH y el sida en Europa: la infección se detecta tarde en muchos casos, prácticamente la mitad, lo que empeora las opciones de tratamiento para el paciente y permite que continúe la transmisión del virus. Si alguien no sabe que está infectado, no tomará las mismas precauciones que si lo supiera. Es un porcentaje terco. Las autoridades sanitarias europeas no consiguen bajarlo pese a los numerosos programas de prevención y diagnóstico temprano puestos en marcha en los últimos años, según alertaron los expertos reunidos hace unos días en Atenas en un encuentro informativo acerca del “resurgimiento de esta epidemia”.

“Nuestros últimos datos muestran que hay un 49% de diagnósticos tardíos, es decir, que cuando se detectan las infecciones los pacientes ya tienen un recuento de células CD4 inferior a 350”, explica Anastasia Pharris, investigadora del Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC, en sus siglas en inglés). Cuando un paciente tiene las defensas por debajo de este parámetro se considera que ya debería estar en tratamiento. Por debajo de 200, se habla de enfermedad avanzada. Pharris alerta de que este importante porcentaje de personas que desconoce estar infectado por VIH —lo que se conoce como “epidemia oculta”— constituye un importante problema de salud pública. Su pronóstico es peor, su tratamiento más caro y pueden estar infectando a otros sin saberlo.

Mejorar el acceso a la prevención, el diagnóstico y el tratamiento es el objetivo de los programas que la Comisión Europea financia por todo el continente. “Hemos visto que tenemos que dirigirnos específicamente a poblaciones clave. Los expertos coinciden en que hay que cambiar el foco de la población general a los grupos específicos como los hombres que tienen sexo con hombres, los usuarios de drogas intravenosas y los migrantes”, asegura Martin Seychell, subdirector general de Salud de la Comisión Europea. Entre 2007 y 2013 Bruselas ha destinado 15,9 millones a cofinanciar proyectos sobre VIH/Sida, un 5,4% del presupuesto total de salud.

“El VIH, la tuberculosis y la hepatitis pueden afectar a cualquiera, pero afectan de forma diferente a diferentes grupos”, opina Luis Mendao, representante de la asociación Europeos que viven con VIH. “Hay que hacer una discriminación positiva hacia los más vulnerables”, añade. Y pone un ejemplo. En Portugal, su país de origen, se calcula que hay entre 38.000 y 62.000 personas con VIH. En cambio, los que están en tratamiento con antiretrovirales son 30.000. “Necesitamos doblar el número de personas que está en tratamiento”, insiste. “Y los esfuerzos tienen que concentrarse donde se necesitan”.

El diagnóstico tardío es la mayor preocupación para los expertos, según se constató en el encuentro de Atenas, organizado por la Comisión Europa y el Ministerio de Sanidad griego, pero no la única: “El VIH no está descendiendo en la Unión Europea”, constata Pharris. Según los últimos datos del ECDC, la tasa en 2004 era de 5,7 por 100.000 habitantes. En 2012, 5,8.

Un estudio publicado en diciembre pasado en la revista PLOS ONE insistía en los problemas de diagnóstico tardío en Europa. España salía mejor parada que otros países de su entorno, como Francia o Italia, pero uno de los datos decía que un 56% de los 930 pacientes diagnosticados de sida en 2010 supo que era seropositivo solo un año antes de desarrollar la enfermedad.

Los expertos reunidos en Atenas llegaron a una conclusión: el único modo de evitarlo es hacer que más personas se hagan el test de VIH. En el cómo conseguirlo es donde entran los diferentes programas que destinan recursos a este campo. Por ejemplo, facilitar el acceso a las pruebas rápidas, que en menos de 30 minutos obtienen un resultado a partir de una pequeña muestra de sangre (un pinchazo en el dedo) o de saliva. En este caso, subrayan los especialistas, un resultado positivo siempre requiere confirmación.

Brote de contagios en la depauperada Grecia

E. G. S.

Los expertos europeos en prevención de VIH-Sida aún recuerdan —y aún vigilan con cautela— lo que sucedió en 2011 en Grecia: las infecciones entre consumidores de drogas por vía intravenosa se dispararon un 1.600%, con la mayoría de los casos concentrados en la capital, Atenas. Fueron varios los especialistas que trataron de analizar si la crisis económica que atenazaba al país había tenido algo que ver con aquel brote. Un equipo de la Universidad de Atenas publicó en la revista PLOS ONE un estudio que intentó desentrañar los porqués. "El descenso en el PIB está inversamente relacionado con las tasas de prevalencia anual de VIH y de hepatitis C y con los índices de paro y de personas sin hogar", señalaron los autores.

“Los últimos datos muestran que el declive de larga duración que se estaba viendo en los nuevos diagnósticos de VIH en Europa podría interrumpirse como resultado de los brotes entre usuarios de drogas en Grecia y Rumanía”, explica Alessandro Pirona, del Centro Europeo de Control de Drogas y Drogadicción (EMCDDA, en sus siglas en inglés). Los datos son llamativos: “Mientras en 2010 Grecia y Rumanía contribuyeron únicamente en algo más del 2% de los nuevos diagnósticos, en 2012 sus casos ya suponían el 37% del total”, añade Pirona.

Un informe técnico del Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC) destacó, tras visitar el país, que el brote había afectado a un grupo que antes del comienzo de la crisis apenas había registrado casos de VIH —la mayoría de los nuevos diagnósticos se dan entre homosexuales— y alertó: ““Sin una acción decidida, el brote de VIH entre personas que se inyectan drogas no solo continuará, sino que existe el riesgo de que se difunda más allá de Atenas. El texto añade que “aunque el alcance de los efectos de la crisis financiera en el brote no está claro, es evidente que la crisis ha tenido un impacto sanitario y social significativo en la población de Grecia”.

“Los brotes del VIH entre consumidores de drogas en Grecia y Rumanía, junto con los problemas existentes en algunos países bálticos, han supuesto un freno para los avances a escala europea en la reducción del número de nuevas infecciones de VIH relacionadas con las drogas”, afirma el último informe anual del EMCDDA.

El Ministerio de Sanidad griego reconoce en su último informe sobre VIH/Sida, con datos hasta 2013, que el brote de VIH entre usuarios de drogas fue “enorme”. Según sus datos, en 2010 se detectaron 16 casos. En 2011 ya fueron 266 y en 2012 subieron a 547. “El número de diagnósticos de este tipo sigue siendo alto en 2013, con 262, pero ha habido un descenso claro con relación a 2012”, señala el informe oficial. “Sin embargo, aún es pronto para sacar conclusiones acerca del curso de la epidemia de VIH en usuarios de drogas”, concluye.

A finales del año pasado Grecia saltó a los titulares de todo el mundo al conocerse un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que aseguraba que cerca de la mitad de los nuevos casos de VIH en el país eran autoinfligidos para conseguir ayudas del Estado. La OMS salió enseguida a rectificar. Aseguró que no había pruebas de que eso fuera así y que se trató de un error de edición.

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Sobre la firma

Elena G. Sevillano
Es corresponsal de EL PAÍS en Alemania. Antes se ocupó de la información judicial y económica y formó parte del equipo de Investigación. Como especialista en sanidad, siguió la crisis del coronavirus y coescribió el libro Estado de Alarma (Península, 2020). Es licenciada en Traducción y en Periodismo por la UPF y máster de Periodismo UAM/El País.

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