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El número iglesias evangélicas en España se duplica en 10 años

La inmigración latinoamericana ha impulsado el aumento de centros de culto

Felipe Betim
Mauricio, un evangélico mexicano, pregona en la Puerta del Sol junto a otros fieles del grupo Caja Roja.
Mauricio, un evangélico mexicano, pregona en la Puerta del Sol junto a otros fieles del grupo Caja Roja.santi burgos

Shirley volvió a hablar con Cristo hace ocho años. “Cuando llegué a España decidí pasar de todo. Fumaba, bebía, tenía novios… Pero un día, cuando me encontraba en una discoteca, me pregunté: “¿Cómo he llegado aquí?”. Hoy, esta venezolana de 30 años se junta durante la semana con otros amigos en Puerta del Sol, en el centro de Madrid, para pregonar el evangelio. Los domingos acude al culto de su iglesia protestante.

La Iglesia evangélica no para de ganar terreno en España. Ha experimentado un incremento sobre todo en los últimos 10 años. En 2004, había un total de 979 iglesias evangélicas registradas en el Ministerio de Justicia. En 2014, hay 2.103. “Este impulso está relacionado con la inmigración, sobre todo de latinoamericanos”, asegura Jorge Fernández, portavoz de la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (Ferede).

“No se trata de cambiar de religión, sino de encontrar a Cristo”

Los latinoamericanos son el principal grupo de inmigrantes en España, aunque miles hayan vuelto a sus países debido a la crisis económica. En enero de 2004 había un total de 514.485 ciudadanos de América Latina residentes en el país. En junio de 2013 eran 1.494.284, según la Secretaría de Estado de Inmigración y Emigración.

Los protestantes son también la principal minoría religiosa de España: de los 6.125 lugares de culto de todas las minorías, 3.521 son evangélicos, un 57,49%; seguidos se encuentran los musulmanes, que representan un 21,36%; y los testigos de Jehová, con un 11%, según datos del Observatorio del Pluralismo Religioso en España, vinculado al Ministerio de Justicia. No hay datos concretos sobre el número de evangélicos. Los últimos son también de 2004, cuando había aproximadamente 400.000 en España, según Ferede. “Pero son datos orientativos, basados en el número de iglesias en el país”, aclara Fernández.

Aunque no haya datos concretos, los latinoamericanos se hacen notar. Muchos ya frecuentaban una iglesia protestante en su país y, al llegar a España, buscan una para seguir yendo a las ceremonias. Es el caso del brasileño Carlos, que llegó al país en 2010. Está bautizado por la iglesia católica, pero a lo largo de su juventud probó otras religiones. “Pero siempre tenía cuestionamientos. Hasta que un colega del colegio me llevó a una iglesia protestante cuando tenía 16 años”, cuenta el brasileño, de 33 años. “Busqué un centro antes de venir”.

Carlos espera en la cafetería de la sede del grupo Caja Roja, en la Puerta del Sol. “No somos una iglesia, sino que nos juntamos para pregonar el evangelio en la calle”, explica Karen Prevost, una de las responsables del grupo. Allí, entre españoles y estadounidenses, destacan los latinoamericanos. Todos los días, a las siete de la tarde, bajan a la plaza para pregonar. Llevan una caja roja y varios objetos para contar el evangelio. Lo hacen de una manera muy sencilla: suben en la caja y, entre tres y cinco minutos, cuentan una historia:

Las cifras

  • En 2004 había aproximadamente 400.000 evangélicos en España, según Ferede. En ese mismo año, 979 iglesias evangélicas estaban registradas, en el Ministerio de Justicia en 2004. En 2014, hay 2.103 grupos protestantes.
  • De los 6.125 lugares de culto de todas las minorías religiosas, 3.521 son centros evangélicos, un 57,49%.
  • En enero de 2004, había 514.485 latinoamericanos en España, según la Secretaría de Estado de Inmigración y Emigración. En junio de 2013, los latinos eran 1.494.284.
  • Brasil es el país con la mayor población protestante (42 millones) seguido por Colombia (10 millones), México (8,3 millones) y Venezuela (7,8 millones).

— Salía a estudiar con una mochila muy pesada. Y me di cuenta de que llevaba mucho tiempo con este peso. Sentimos que algo nos pesa. Este peso es el pecado. Vamos a presentar la mochila de nuestra vida a Dios. Que la hagamos más ligera, ¡pero llena de paz, de esperanza, de amor!

Las palabras son del mexicano Mauricio, de 29 años. Llegó a España hace 10 para estudiar y vivir. Su familia es protestante, pero él se consideraba ateo. Llevaba 10 meses en el país cuando buscó una iglesia protestante “Me di cuenta de que tenía muchos pecados y pensaba que Dios me iba a castigar. Empecé a leer la biblia y la sensación es que la biblia me leía”, cuenta.

Muchos de los que se juntan durante la semana en la Caja Roja acuden los domingos a la iglesia Amistad Cristiana, cerca de Ciudad Universitaria. La pastora Rebeca Jacob cuenta que cuando crearon el centro, en 1987, acudían cinco personas para ver el culto de domingo. Ahora, se suman 250. “Es una iglesia bastante multicultural. La mayoría son españoles, pero hemos contado 27 nacionalidades distintas. Está presente todo el continente americano, desde Canadá hasta Chile”, comenta.

Como el mexicano Mauricio, muchos también han buscado una iglesia evangélica por primera vez en España. Aunque sea una cuestión personal de cada uno, la pastora Jacob opina que muchos buscan amistad y ayuda. “La iglesia es muy cercana. No es como en una misa, que la gente entra y sale sin hablar. Aquí todos te hablan, te preguntan sobre tu vida... Y muchos acaban encontrando el apoyo que necesitaba”, opina.

En América Latina, que siempre ha sido tradicionalmente católica, la Iglesia evangélica ya conquistó su espacio. Brasil es el país con la mayor población protestante, un total de 42 millones, seguido por Colombia (10 millones), México (8,3 millones) y Venezuela (7,8 millones), según datos de Pew Research. El mismo centro de investigación asegura que uno de cada cuatro hispanos en EE UU ha abandonado el catolicismo. “No es verdad que robemos fieles de la Iglesia Católica. La mayoría de los que buscan la iglesia evangélica, aunque sean bautizados, no eran creyentes”, sostiene Fernández, de Ferede.

Ramón, sin embargo, sí frecuentaba la Iglesia Católica hasta sus 17 años, en República Dominicana. Admite que en esa época sentía mucho odio y no hablaba con su padre, algo que le molestaba. Hasta que buscó, hace ocho años, una iglesia evangélica, poco antes de venirse a España. “Y todo ha cambiado. Ya no siento odio, ya puedo hablar con mi padre...”, cuenta, hoy con 25 años. “Pero no se trata de cambiar de religión. Fue un encuentro con Cristo. Hoy sé que mis pecados fueron borrados”, finaliza.

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Sobre la firma

Felipe Betim
Nacido en Río de Janeiro, ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Escribe sobre política, temas sociales y derechos humanos entre otros asuntos. Es licenciado en Relaciones Internacionales por la PUC-Río y Máster de periodismo de EL PAÍS/Universidad Autónoma de Madrid.

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