El Consejo de Estado cuestiona la equidad del modelo de becas de Wert

El Consejo de Estado se ha pregunta lo mismo que distintos organismos e instituciones desde hace meses. ¿Cómo puede saber Educación que su sistema de reparto de becas garantiza la equidad o ayuda a mejorar el rendimiento?

La comisión permanente del Consejo considera que el Ministerio no ha fundamentado con informes precisos los efectos sobre la igualdad de oportunidades que ha tenido el modelo de reparto de ayudas al que el departamento de José Ignacio Wert dio la vuelta el curso pasado. Hace un curso, se endurecieron los requisitos académicos y se dividió el montante de las ayudas en una parte fija y otra variable que, según ha admitido Educación, ha provocado que los pagos se hayan retrasado hasta casi final de curso en algunos casos.

El dictamen del consejo sobre el real decreto que establece los umbrales de renta y las cuantías de becas para el curso 2014- 2015, al que ha tenido acceso este periódico, critica que no se incluya un estudio del impacto educativo y social de estos cambios. El consejo considera que este tipo de proyectos deben incluir "un estudio detenido del impacto académico -desde una perspectiva educativa y social- en el que se ponderen sus consecuencias desde las dos vertientes señaladas: la igualdad de oportunidades y el estímulo a un mejor rendimiento académico, impacto educativo y social", según se refleja en el dictamen.

El informe, que es preceptivo pero no vinculante, señala que el nuevo sistema no ha ponderado las consecuencias de este modelo sobre la igualdad de oportunidades o el estímulo para un mejor rendimiento académico, aunque el departamento de Wert defiende que ambas cuestiones están garantizadas. “En modo alguno se justifican las consecuencias del modelo económico implantado”, señala el dictamen, que se suma a otras críticas previas similares realizadas por el Consejo Escolar del Estado, los rectores o los sindicatos. La revisión del Consejo es el último trámite antes de la aprobación del real decreto. Este organismo ya recriminó al ministerio el año pasado que no publicara ningún estudio, cálculo ni estimación sobre el impacto de las exigencias académicas en los alumnos y las ayudas.

Educación siempre ha defendido que sus modificaciones no son excesivas ni excluyentes, aunque ha avalado sus afirmaciones con pocas cifras. A saber. El número de becarios se ha incrementado este curso en las universidades hasta 322.000 beneficiarios, 31.000 más que el año pasado, principalmente por la crisis. En las enseñanzas medias se perdieron unas 23.000 ayudas. La nota media de los estudiantes ha mejorado de 6,87 a 7,4.

Los sindicatos reclamaron al ministerio conocer datos como la cantidad de estudiantes que percibieron las distintas modalidades de becas, agrupados por umbrales y por tipos de ayudas o el montante global que perciben —Educación admitió que la beca media de los universitarios se ha rebajado 300 euros— para saber si esas cantidades les permiten dedicarse solo al estudio o les obliga a buscar ingresos extra. “Difícilmente se puede saber la bondad del sistema de becas sin estos datos ”, recoge el dictamen haciéndose eco de estas peticiones.