Las depresiones aumentan casi un 20% en la crisis, según expertos en salud pública
Estar en paro o tener dificultades para pagar la hipoteca, los factores de riesgo más influyentes El informe de la Sociedad de Salud Pública no ve cambios en el número de suicidios
La crisis económica pasa factura a la salud mental de las personas. La Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS) ha sido la última comunidad científica en unirse a las voces que alertan de un incremento de los trastornos mentales derivado de la situación económica. Expertos en salud pública han constatado esta mañana en la presentación del informe SESPAS 2014 Crisis económica y salud, que los trastornos depresivos en España han aumentado un 19,4% entre 2006 y 2010. Según el estudio, elaborado por más de medio centenar de investigadores, estar desempleado o tener un familiar en paro “constituyen el factor de riesgo más importante para este aumento”. Las personas con dificultades para pagar la hipoteca también tienen un 11% más de posibilidades de sufrir trastornos mentales que la población en general.
Además de un aumento de los trastornos depresivos, el estudio, que ha empleado datos del informe IMPACT sobre la prevalencia de trastornos mentales en atención primaria en España antes y después de la crisis (2006-2010), ha revelado un incremento del 10,8% en las personas que padecen distimia y de un 4,6% en los casos de dependencia de alcohol. “Los resultados obtenidos antes y durante la crisis económica indican que aumentaron de manera significativa los trastornos del estado de ánimo, los de ansiedad y el abuso de alcohol”, ha explicado Inma Cortès-Franch, editora del informe.
También el consumo de psicofármacos ha incrementado durante los años de crisis económica. Los expertos en salud pública han tomado datos del IMS Health sobre consumo de psicofármacos durante la crisis en España para certificar que el uso de antidepresivos ha aumentado un 10% entre 2009 y 2012. En 2009 se vendieron 123,708 millones de psicofármacos (antipsicóticos, tranquilizantes, hipnóticos y sedantes y antidepresivos), alrededor de un 4% menos que en 2012.
Aunque los trastornos afectivos conforman, según los especialistas, una de las puertas de entrada a los suicidios consumados, los expertos de SESPAS aseguran que no se ha advertido un cambio significativo en el número de suicidios. De hecho, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa de suicidio por cada 100.000 habitantes pasó de un 7.58 en 2008 a un 6.89 en 2011. Sin embargo, señalan los investigadores, “solo un futuro análisis evolutivo, con cifras de suicidios consumados de los años 2013, 2014 y 2015 en los países asolados por la crisis económica actual, podrá permitir avanzar en la posible relación entre crisis económica y suicidio”.
El informe SESPAS 2014 ha concluido que “hay evidencias de la relación de la crisis con la salud de la población española y con las desigualdades en salud”, especialmente en las áreas de salud mental y salud reproductiva –la natalidad ha descendido desde el comienzo de la crisis y se h a retrasado la edad de la maternidad- . Con todo, otra de las editoras del informe, Beatriz González, ha puntalizado que todavía es pronto para analizar completamente el impacto de la crisis en la salud: “No está suficientemente claro que hayan empeorado los indicadores de salud durante la crisis, aunque sí se ha constatado que ha habido un aumento de las desigualdades sociales, por lo que los efectos se verán más a largo plazo”, ha explicado.
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