Reino Unido festeja con apoyo oficial los primeros enlaces gais
La norma que autoriza el matrimonio homosexual ha entrado en vigor esta medianoche Las uniones se celebran en Ayuntamientos y en algunos centros religiosos
En un horario tan inusual como justificado por el acontecimiento, Peter McGraith y David Cabreza se casaron en un Ayuntamiento del norte de Londres apenas franqueada la medianoche del viernes al sábado. Después de 17 años de convivencia, y al igual que otras muchas parejas de Inglaterra y Gales, quisieron acogerse a la legislación sobre el matrimonio de personas del mismo sexo en el mismo momento en que esta entraba en vigor. Fueron los protagonistas de una jornada muy mediática, que convirtió el sábado al Reino Unido en uno de los 15 países que hasta la fecha han derribado una nueva barrera discriminatoria en Europa, Latinoamérica y algunos Estados de Estados Unidos.
La iglesia Anglicana está exenta de oficiar bodas pero no se opondrá
“Este fin de semana encarna un momento importante para nuestro país, que seguirá honrando sus orgullosas tradiciones de respeto, tolerancia y valores igualitarios”, ha sido el mensaje emitido por David Cameron, el jefe del Gobierno conservador británico que auspició la iniciativa a pesar de la fuerte oposición en el seno de su propio partido. Pero si el reconocimiento de ese mismo derecho en Francia provocó virulentas manifestaciones en la calle de los sectores más inmovilistas, la tónica en el Reino Unido estuvo marcada por las reacciones de bienvenida a la nueva ley por parte de los dirigentes de los grandes partidos políticos. La bandera del arcoíris ha ondeado en muchos edificios oficiales junto a la Union Jack. “Este país va a ser un lugar muy diferente”, subrayaba el líder liberal demócrata y socio de la coalición gubernamental, Nick Clegg, mientras el jefe de filas laborista, Ed Milliband, felicitaba a todos aquellos que ayer se casaron, aunque advertía al tiempo: “Todavía no hemos ganado la batalla por la verdadera igualdad”.
Fue el apoyo de estas dos últimas formaciones (liberal demócrata y laborista) el que permitió que la nueva legislación lograra la luz verde del Parlamento británico el año pasado con casi la mitad de los votos de los diputados tories en contra. Una de las escasas apuestas personales de Cameron, llegada a buen puerto casi nueve años después de que Inglaterra y Gales aprobaran la ley sobre uniones civiles, que desde entonces permite a las parejas homosexuales inscribirse como tales en el registro y disfrutar de los mismos derechos legales que las heterosexuales.
Las parejas homosexuales británicas pueden casarse desde el sábado en los Ayuntamientos y en los centros religiosos que lo permitan, pero no en los que están bajo el manto de la Iglesia de Inglaterra, a los que la ley exenta y cuyo sínodo reiteró el mes pasado a sus sacerdotes que no pueden bendecir ese tipo de matrimonios. No obstante, “la ley ha cambiado y aceptamos la situación”, manifestó el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, en víspera de su entrada en vigor; con lo que dio a entender que la jerarquía anglicana no hará campaña en contra de la nueva legislación. Los analistas consideran que la negativa protestante —confesión mayoritaria en las islas— a oficiar bodas entre contrayentes del mismo sexo se traduce en dos definiciones legales de matrimonio en un mismo país: aquellos reconocidos por el Estado y los que son sancionados por la iglesia Anglicana y otras religiones, como la católica.
Escocia, la autonomía que el próximo septiembre se dispone a votar en el referéndum sobre su independencia, no queda fuera de la ecuación. Su Parlamento aprobó una ley similar el pasado febrero y la entrada en vigor del matrimonio entre personas del mismo sexo está prevista para octubre. Irlanda del Norte, por el contrario, no proyecta seguir en la misma línea que el resto del Reino Unido, o que España (que dio el paso en julio de 2005), Francia, Holanda, Bélgica, Suecia, Canadá, Argentina, Uruguay o algunos Estados de Estados Unidos, entre una lista de países que completan la decena y media.
“Muy pocos países proveen a sus ciudadanos el derecho de la igualdad en el matrimonio y creemos que este cambio en la ley británica brindará nuevas esperanzas a los gais y lesbianas de Nigeria, Uganda, Rusia, India y tantos lugares en los que se criminaliza una determinada orientación sexual”, ha proclamado un exultante Peter McGraith como colofón de su boda, que convirtió en todo un gesto reivindicativo.
Panorama mundial
Pionero. España, en 2005, fue el primer país que aprobó el matrimonio entre personas del mismo sexo con plena equiparación de derechos con el resto de matrimonios. En otros países, como Holanda, se permitían las bodas gais, pero no con igualdad de derechos.
Europa. Desde 2005, se han sumado Estados: Bélgica, Portugal, Dinamarca, Suecia, Islandia, Noruega o Francia. En ese país (noveno en autorizar los matrimonios gais), la ley que entró en vigor hace un año fue muy contestada por los sectores más conservadores, que aún se movilizan para defender que el matrimonio solo es la unión entre hombre y mujer. Ahora a la lista en la que las bodas gais son legales se suman Inglaterra, Escocia y Gales.
Internacional. Los enlaces entre personas del mismo sexo están permitidos también en Canadá, Sudáfrica, Argentina y 18 estados de Estados Unidos.
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