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“Estoy más vivo que nunca”

El presentador de ‘Saber y ganar’ lleva casi 30 años en antena y 4.000 programas con el mismo equipo

José Ángel Montañés
El televisivo Jordi Hurtado.
El televisivo Jordi Hurtado.Massimiliano Minocri

La cita es en el restaurante El Parlament de Sant Feliu de Llobregat, el pueblo barcelonés donde nació y ha vivido hasta que hace 10 años se mudó a Molins de Rei, la localidad justo al lado, porque el presentador Jordi Hurtado (1957) se siente cómodo entre los suyos. Lo mismo le pasa en televisión. Lleva 17 años presentando Saber y ganar de La 2, uno de los programas que ha acabado convertido en marca de la cadena, con puntas de audiencia de dos millones y un 10% de cuota de pantalla de media, superior al resto de los programas de su parrilla. En junio emitirán el programa 4.000 con el mismo equipo y presentador que arrancó en 1997. Para Hurtado, son varias las claves del éxito de este programa blanco en el que las preguntas dejan poco margen al azar: “Los guiones son buenos, interesantes y amenos y hay mucha improvisación ya que no se trabaja con teleprompter ni con pinganillo”.

Desde que debutó en televisión en junio 1985 con el frenético programa Si lo sé no vengo, no ha parado. “Llevo casi 30 años ininterrumpidos en antena. Aquel éxito fue inesperado. Venía de la radio, de la cadena SER, donde hacía La radio al Sol desde 1983. Al día siguiente todo el mundo me saludaba por la calle”. La gente sigue saludándolo: “No es una popularidad y fama gratuita, es fruto del trabajo bien hecho”, asegura. En 2012, recibió un Ondas como mejor presentador: “Fue el reconocimiento a una televisión pública bien hecha que llegó en un momento de crisis muy delicado demostrando que otros programas son posibles”.

La televisión, explica, ha cambiado en este tiempo: “No existía la presión de las audiencias de ahora y se trabajaba con otros parámetros”. Hurtado se ha manifestado en varias ocasiones en contra de la eliminación de la publicidad en la cadena pública: “Se tendría que buscar una fórmula intermedia, con patrocinadores al comienzo y al final de los programas, que no obligaran a cortarlos. Eso no rompe el mercado”, explica.

No existía la presión de las audiencias de ahora y se trabajaba con otros parámetros”

En cuanto a su futuro, toma un sorbo de café y asegura: “En televisión no se pueden hacer planes más allá de tres meses”. Mantiene que nunca ha recibido ofertas de las cadenas privadas, pero que las rechazaría: “No me apetece un programa de entrevistas ni debates. Estoy feliz dominando el terreno del entretenimiento. Ahora todo el mundo sabe quién es Jordi Hurtado, no quiero estar al borde del infarto porque no llegas a una décima de audiencia, dejar un programa que tiene fuerza y valor, por un experimento que puede durar dos días. Lo que me preocuparía es no tener trabajo y que nadie te llame. La memoria es muy corta y en dos días nadie se acuerda de ti”.

En Internet abundan las referencias a que el paso del tiempo no ha hecho mella en el aspecto físico de este presentador, preguntándose si en realidad está muerto y lo que vemos es un robot o un humanoide programado. Le molesta, aunque quiera disimularlo. “Internet es una herramienta muy positiva, pero se retroalimenta demasiado, y los periodistas también. Ni soy un robot ni estoy muerto, estoy más vivo que nunca, me encuentro más tranquilo y relajado que hace años. Espero que esto sirva para crear curiosidad y aumentar el número de personas que se acercan al programa. En todo caso es mejor que digan que te conservas bien que no que estás hecho una piltrafa”, remacha.

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Sobre la firma

José Ángel Montañés
Redactor de Cultura de EL PAÍS en Cataluña, donde hace el seguimiento de los temas de Arte y Patrimonio. Es licenciado en Prehistoria e Historia Antigua y diplomado en Restauración de Bienes Culturales y autor de libros como 'El niño secreto de los Dalí', publicado en 2020.

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