“Faltan ayudas a la maternidad”
La Fundación Red Madre, contraria al aborto, cree que la reforma de la ley es un avance, aunque no incluye las medidas prometidas de apoyo a embarazadas
Antonio Torres, presidente de la Fundación Red Madre, tiene claro su diagnóstico: para evitar el aborto la solución consiste en impulsar más políticas sociales de apoyo a la futura madre. “Al margen de ideologías y creencias, lo que está claro es que en España faltan ayudas a la maternidad”, dice. Red Madre —nacida de la asociación ultraconservadora Foro de la Familia—, que tiene programas de asistencia a madres en distintas ciudades, es una de las entidades a las que la Administración deriva a las mujeres que buscan apoyo tras un embarazo no deseado y figura en el sobre de información que recibe toda aquella que solicita un aborto. También es una de las organizaciones a las que el Ministerio de Justicia ha solicitado un informe sobre el anteproyecto de ley del aborto. Torres y su equipo, que consideran la reforma, en parte, como un avance —es mucho más restrictiva que la actual—, explican que ese análisis evita opinar sobre la interrupción del embarazo y se centra en destacar que la nueva ley carece de planes, programas y ayudas que consideran vitales.
Para ellos esa es la gran asignatura pendiente e inabordada. “El Estado no destina más de un millón de euros en todo el conjunto del Estado a las mamás que no desean abortar y en cambio sí financia los abortos”, critica Carmina García-Valdés, directora general de la fundación, en uno de los despachos de su sede en Madrid. “Tras un embarazo imprevisto, a las mujeres apenas se les da otra opción que abortar. Es esa soledad, esa carencia de apoyos lo que las aboca a abortar. Y eso no es ideología, es una visión basada en nuestra experiencia”, incide también Torres. Desde su creación en 2007, Red Madre ha recibido a 20.000 mujeres que solicitaron participar en alguno de sus programas de ayuda; 15.000 de ellas estaban embarazadas, afirman. “Ocho de cada 10 decidieron seguir adelante y ser mamás de un hijo vivo”, asegura Torres.
María y Rita (de 30 y 26 años) aguardan con sus hijos en la salita de espera de la organización, decorada como un cuarto de niños. La primera afirma que, pese a que su situación económica era muy complicada, no se planteó interrumpir su embarazo. Rita, dominicana, tampoco. Ambas explican que reciben de Red Madre comida y pañales al menos una vez al mes. “También juguetes y ropita”, dice María, que acudió a la fundación derivada por el psicólogo de su centro de salud. La organización, apuntan sus responsables, se nutre de voluntarios y de donaciones; tanto de material como de fondos. La mayoría, indican, privadas. Las subvenciones públicas con las que cuenta, insisten, “son insuficientes”. En 2013 la Comunidad de Madrid, por ejemplo, les dio 140.000 euros. La federación obtuvo unos 170.000 para repartir entre las 40 sedes que tienen en otras ciudades.
“Lo que no puede ser es que una mujer aborte sin saber que tiene otras opciones. Entre otras cosas saber cómo se está desarrollando el hijo que lleva dentro con un diagnóstico veraz, porque esto no siempre es así”, comenta García-Valdés. Torres cree que el debate sobre el anteproyecto de la ley del aborto —aprobado en Consejo de Ministros en diciembre, pero que debe pasar por los informes preceptivos y los trámites parlamentarios— no está siendo del todo riguroso ni completo; sino demasiado político. Explica que en el documento que entregarán a Justicia —en elaboración— propondrán un catálogo de medidas concretas de apoyo a la maternidad. “La ley que se está planteando no cumple aquello que el PP prometió, que es lo que nosotros defendemos: implementar políticas reales y eficaces de apoyo a la maternidad para que cuando una mujer quiera ser madre pueda hacerlo sin ser penalizada. No cuesta tanto. 100 millones de euros al año darían un vuelco a la situación. Se precisan también políticas de conciliación laboral, guarderías… Somos uno de los países de Europa que peores indicadores tenemos en este sentido. ¿Por qué no copiar lo que otros tienen de bueno?”, dice.
“Invertir en maternidad es invertir en progreso, en crecimiento social y económico, y parece que eso no se está teniendo en cuenta”, reclama García-Valdés. “Nosotros no juzgamos a las mujeres. Las mamás viven el aborto como un drama. La pena es que no se están buscando puntos en común y este podría ser uno. Podemos estar en desacuerdo en la premisa fundamental, que es cuándo hay un ser humano. Para nosotros lo hay desde el momento de la concepción, para otros, no. Pero en lo que sí podemos estar de acuerdo es en que cuando una mujer quiera ser madre se la apoye. Si hoy el PP hace una ley de apoyo a la maternidad seria, rigurosa, buena, nadie la derogaría. Sería el avance más importante en España”, insiste.
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