El chico que sobrevivió al golpe de mar en Portugal niega la novatada
Una cadena de televisión aporta pruebas de lo contrario al revelar mensajes telefónicos de las víctimas enviados días antes
El pasado jueves testificó ante la Policía Judicial portuguesa João Miguel Gouveia, el único superviviente de la tragedia que conmociona al país desde hace más de dos meses, cuando seis jóvenes murieron la noche del 15 de diciembre en una playa a 50 kilómetros al sur de Lisboa al ser atrapados por una ola en circunstancias que no están nada claras. Hay muchos indicios que apuntan a que los siete jóvenes, todos estudiantes de la Universidad Lusófona, celebraban una novatada reservada a los iniciados en el mundo jerarquizado de las novatadas portuguesas. Pero el superviviente, denominado Dux (duque), el rango mayor de estas prácticas y encargado, en teoría, de ordenar al resto lo que debían de hacer para superar las pruebas en cuestión, negó que esa noche, fría y desapacible, estuvieran en la playa llevando a cabo estas prácticas.
Según publica hoy el Correio da Manhá el estudiante negó haber obligado a ninguno de los otros a entrar en el mar, que todo fue un accidente fatal y que cinco de los seis estudiantes que resultaron muertos se encontraban sentados, en la playa, en la zona en que reventaba el mar y que fueron atrapados por una gran ola repentina. Él y otro estudiante, Tiago Campos, se encontraban cerca, de pie. El cadáver de Campos fue el primero en ser encontrado, pocas horas después de la tragedia, con el cuello partido pro la potencia del golpe de mar.
Gouveia, única persona, en principio, que puede contar lo que pasó esa noche, declaró ante la policía como testigo y no como imputado. El diario añade que la Policía Judicial está dando prioridad al asunto, con lo que en los próximos días, presumiblemente, llevarán a cabo una reconstrucción en el lugar de los hechos.
Mientras, la cadena de televisión TVI revela datos que ponen en cuestión la versión del superviviente. La cadena ha tenido acceso a mensajes de teléfono de Joana Barroso, una de las víctimas, enviados, días antes de la tragedia, a dos amigas. Y estos mensajes demuestran que la estudiante sabía que iba a participar en una novatada durante el fin de semana. El día 3 de diciembre, Alicia Ventura, una amiga de Joana, le envió un SMS preguntándole si iba a estar en Lisboa el 15 de diciembre; la víctima le respondió que estaría con los miembros de las cofradías de las novatadas, sufriendo una novatada por parte del “Mamut”, que es como llamaban, Alicia y Joana, al Duque, esto es, a João Gouveia, el superviviente.
Tanto esta amiga como otra que también recibió otro mensaje de Joana, están convencidas de que lo que pasó esa madrugada en la playa tuvo que ver con una novatada extraña, una especie de rito de iniciación para estudiantes relacionados con el mundo de las novatadas y que, probablemente, hubo más personas envueltas que hasta ahora no han revelado su participación.
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