Las crías de lince bajan un 30%

La nueva cepa de la enfermedad hemorrágica del conejo (EHV) está haciendo que nazcan menos linces ibéricos en Andalucía y también les está abocando al atropello, ya que al haber menos alimento, el lince se alimenta casi en exclusiva de conejos, se mueven en busca de presas y se encuentran con carreteras de las que les resulta muy difícil salir ilesos.

La Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía ha confirmado lo que algunos técnicos ya venían advirtiendo, que la falta de comida está afectando a su crecimiento. En 2013 hubo un 30% menos de cachorros. De los 78 de 2012 se ha pasado a 54 crías, en 2013. Los atropellos se han duplicado, han pasado de 7 a 14.

La memoria de 2013 se ha hecho pública en un acto en el que la consejera María Jesús Serrano ha soltado un ejemplar de lince ibérico en Córdoba. En total se han contabilizado 319 ejemplares, un 5,3% más que el año pasado. Sin embargo, estas cifras no se mantendrán en el tiempo si no se encuentra una solución efectiva a la falta de conejos, coinciden fuentes consultadas.

Los atropellos han pasado de 7 a 14 ejemplares en un año

"Es imperdonable que este problema de las poblaciones de conejo haya sido detectado desde un proyecto Life y que las distintas comunidades autónomas en coordinación con el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, no cuenten con un programa de seguimiento poblacional y epidemiológico del conejo", subrayan en la organización conservacionista WWF. Ramón Pérez de Ayala, del programa de especies de esta ONG reclama que se elabore de forma urgente una Estrategia Nacional del Conejo. "De lo contrario, el número de ejemplares continuará descendiendo de forma drástica y esta especie entrará en una situación crítica", incide.

WWF reclama que se elabore con urgencia una Estrategia Nacional del Conejo 

De la cifra total, 169 ejemplares se distribuyen en los parques naturales de Cardeña-Montoro (Córdoba) y Sierra de Andújar (Jaén) y 85 en la zona de Doñana-Aljarafe. En el último año, el número de hembras reproductoras asentadas en el territorio ha crecido hasta 91, siete más que el año anterior, y la superficie de distribución de la especie ha pasado de 1.073 a 1.093 kilómetros cuadrados.

De las 24 muertes de lince ibérico detectadas en el medio rural, 14 fueron por atropello (ocho en Sierra Morena y seis en Doñana). Los técnicos lo relacionan por un lado con la mayor dispersión de los linces en busca de comida relacionada principalmente con la disminución de poblaciones de conejo por la nueva cepa de la enfermedad hemorrágica (EHV) y por otro lado con el incremento neto poblacional.

El lince que se ha soltado, de nombre Junípero, ha sido criado en cautividad en Portugal, y lleva un collar con un emisor permanente. El proyecto Life Iberlince está intentando recuperar que este felino se reproduzca de forma natural en sus zonas de distribución histórica, para lo que están contando con la colaboración de poblaciones locales, propietarios de fincas y sociedades de cazadores.

Todos los socios del proyecto Life Iberlince se reunirán el próximo mes de febrero para determinar nuevas zonas de reintroducción de la especie. Por el momento se han preseleccionado las del Valle del Guadiana (Mértola, Portugal), valle del Matachel (Badajoz); Guadalcanal-Valdecigüeñas (Sevilla-Badajoz), Montes de Toledo y Cabañeros (Toledo) y el Campo de Calatrava (Ciudad Real) como parte de reintroducción de Guarrizas.