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Parón a las adopciones en Nigeria

Los afectados señalan a un informe de Exteriores que alerta de las sospechas sobre venta de bebés, documentación falsificada y orfanatos ilegales

María Sosa Troya
Un huérfano en un orfanato de Ibadan (Nigeria) en 2004.
Un huérfano en un orfanato de Ibadan (Nigeria) en 2004.saurabh das (ap)

Las adopciones internacionales de niños nigerianos por familias españolas llevan casi dos meses suspendidas. Diez familias que esperaban viajar estas Navidades al país africano para conocer a los menores que les iban a asignar no han podido hacerlo porque España decidió paralizar los trámites el 13 de noviembre a propuesta del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Fuentes gubernamentales no especifican si se ha detectado algún riesgo concreto relacionado con estos expedientes, sino que se limitan a indicar que se han basado en información facilitada por “embajadas, consulados, el Servicio Social Internacional y los servicios de otros países”. Las 50 familias afectadas claman por que se reabran los procesos y arremeten contra un parón que consideran injusto. “Nosotros somos la única opción para estos niños”.

La decisión la tomó la Comisión Interautonómica de Directores Generales de Infancia, formada por representantes de Sanidad, Exteriores y de las comunidades autónomas. Pero la propuesta partió del Ministerio de Sanidad, que ahora está recabando información “que permita conocer el grado de garantías de los procesos de adopción en Lagos” para poder evaluar, en el próximo encuentro que se celebrará este enero o febrero, si mantienen la suspensión o deciden levantarla. Desde el Gobierno insisten en que las adopciones de niños con necesidades especiales —mayores de seis años o con alguna discapacidad o dolencia grave— se han mantenido y que solo se han paralizado los expedientes de adopciones ordinarias.

En retroceso

La adopción internacional por parte de familias españolas ha descendido dramáticamente desde 2004. Mientras que aquel año fueron 5.541 los menores extranjeros adoptados por familias españolas, en 2012 esa cifra se redujo a 1.669. El fenómeno se debe a que los países emisores han reforzado sus reglamentos de protección a la infancia, dejando como último recurso su salida del país.

Marruecos es uno de los países que más restricciones ha puesto por motivos religiosos. Para evitar que menores musulmanes puedan ser educados en otra religión las prohibió en 2012, pero levantó el veto al año siguiente. Malí también ha frenado las adopciones por extranjeros y Rusia paralizó las de los niños destinados a España para evitar que pudieran ser adoptados por parejas homosexuales. España ha autorizado la firma de un acuerdo con Moscú para reactivarlas.

Los futuros padres y Familias de Colores, la entidad acreditada para la adopción internacional (ECAI) que gestiona desde España los procesos en Lagos, aseguran que la paralización se fundamenta en un informe elaborado por la cónsul española en Lagos, Carolina de Manueles. La directora de la ECAI, Susana Morales, afirma que pudo leer el texto, “de apenas medio folio de extensión”, y que en él se alude a “la corrupción que afecta a todos los niveles de la sociedad y, por tanto, también a las adopciones”; a la obligatoriedad de “residir” en el país durante cinco años para poder adoptar; a la “facilidad” con la que se obtienen documentos falsos; a la existencia de “orfanatos ilegales”, así como de “compra y venta” de bebés.

Morales, sin embargo, critica “los términos generales” en los que está redactado y rebate uno a uno estos puntos. Según afirma, “la legislación en Lagos es muy garantista”; los extranjeros no están obligados a vivir allí para poder adoptar y “nunca se ha podido conectar el tráfico de menores, que lamentablemente sí se ha detectado, con las adopciones internacionales”.

En la Plataforma de Familias Afectadas por la Suspensión Temporal de las Adopciones en Nigeria (Faan), grupo que se formó cuando los adoptantes conocieron la paralización, aseguran que hay unas 10 familias perjudicadas de forma inmediata (esperaban la asignación en estos meses) y otras 40 que ya habían iniciado los trámites para conseguir el certificado de idoneidad. Todas viven en Castilla-La Mancha, la única comunidad autónoma en la que se permitía la adopción en Lagos (para menores con necesidades especiales también está acreditada la Comunidad de Madrid desde el pasado verano).

Y este es uno de sus argumentos para afirmar que el proceso se lleva a cabo “con todas las garantías”. “Solo acreditan a una ECAI por país. Únicamente permiten, precisamente para evitar colapsos y prisas a la hora de la tramitación, que haya 10 expedientes de adopciones por vía ordinaria simultáneamente; hasta que no se resuelva uno, no entra el siguiente”, afirma Begoña Dorado, integrante de Faan. Ella y su marido fueron los primeros en firmar con Familias de Colores, la ECAI acreditada en junio de 2012 para la adopción. “Nuestro expediente lleva más de un año allí y aún no teníamos un menor asignado, ¿cómo va a haber una irregularidad si aún no hay asignación?”, se pregunta.

En 2009 y 2010, 13 niños de Nigeria llegaron a España. Y, según las familias y la ECAI, las adopciones se tramitaron sin ninguna irregularidad. Por eso critican insistentemente el informe que atribuyen a la cónsul española en Lagos. Fuentes de la Oficina de Información Diplomática señalan que los documentos que se manejan en la Comisión Interautonómica de Directores Generales de Infancia son de uso interno, por lo que su contenido es confidencial. En la Embajada de Nigeria en España, sin embargo, confirman que la decisión se tomó en base a un informe del consulado español, aunque declinan ofrecer detalles sobre su redacción o cualquier otro aspecto relacionado con las adopciones.

La directora general de Familia de Castilla-La Mancha, Silvia Valmaña, explica que el citado informe se solicitó desde su comunidad autónoma. “La ECAI nos pidió que la acreditáramos para Anambra [otro Estado de Nigeria]. Entonces trasladamos este reclamo al ministerio para que recabara información”, señala. Y continúa: “No ha saltado ninguna alarma. La suspensión es una medida cautelar muy común. Necesitamos poder tomar decisiones con seguridad y certeza de que prima el interés del menor”.

La decisión deja en vilo a 50 familias que pretendían prohijar en ese país

Según datos del Ministerio de Sanidad, en los últimos 15 años se han producido 32 suspensiones. Darío Alfaro y su mujer las han sufrido. “Iba camino del trabajo cuando escuché por la radio que había habido un golpe de Estado en Malí y en ese momento supe que se paralizaría nuestro proceso de adopción”, cuenta. Begoña Dorado explica que este es uno de los riesgos que se asume cuando se inicia un proceso de este tipo: “Es así. En ese caso no hay ninguna duda de que deben paralizarse. Pero ahora no estamos, ni muchísimo menos, en esta situación. Si hay cualquier irregularidad, lo entenderé perfectamente, pero nadie nos ha dicho que haya ocurrido nada”.

Estos futuros padres reiteran que Lagos es muy garantista. “Para que un niño sea declarado adoptable tiene que tener más de un año y dos jueces revisan su expediente. En caso de que sea abandonado, indagan en la zona en la que fue encontrado. Si fallece su familia directa, investigan su entorno con la intención de que pueda retornar con algún familiar”, apunta Dorado. “En África la comunidad suele hacerse cargo de los críos. Y la adopción nacional funciona, aunque con niños pequeños y sanos. Los que nosotros adoptamos son algo mayores y suelen padecer algunas enfermedades, sobre todo infecto-contagiosas”, añade. “¿Que ha habido noticias de compraventa de bebés en Nigeria? Desgraciadamente así es, pero estos hechos no están relacionados con la adopción internacional. En Lagos hay 22 orfanatos acreditados por el Ministerio de la Juventud y es ahí donde residen los niños que son dados en adopción; hay un control sobre ellos”, dice Alfaro, que también hace alusión a que países como Francia, Italia, Dinamarca, Holanda, Suecia y Bélgica adoptan en Nigeria.

El afán de estas familias por que se reanuden los procesos las ha llevado a reunirse con distintos grupos parlamentarios, las autoridades de Castilla-La Mancha, el Ministerio de Sanidad y a iniciar una recogida de firmas por Internet (han recabado más de 4.700). También están recopilando información que enviarán a las partes que se sentarán en la próxima reunión en la que se decidirá si reanudar o no las adopciones. “No podemos quedarnos quietos. Tocaremos todas las puertas”, resumen.

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Sobre la firma

María Sosa Troya
Redactora de la sección de Sociedad de EL PAÍS. Cubre asuntos relacionados con servicios sociales, dependencia, infancia… Anteriormente trabajó en Internacional y en Última Hora. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y cursó el Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS.

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