¿Por qué todos quieren aprender inglés?
Más de 1.500 millones de habitantes del mundo habla este idioma Se usa tanto para cuestiones laborales como económicas, culturales, turísticas y académicas
La lengua de Shakespeare, los Beatles, de la economía, la política, la cultura, la ciencia, en definitiva, de todo el mundo mantiene una innegable hegemonía 500 años después de que el Imperio Británico comenzase su andadura. ¿Por qué todos quieren aprender ingles?
Es el idioma oficial de casi 400 millones de personas y la segunda lengua y lengua extranjera de otros tantos. En total, más de 1.500 millones de habitantes del mundo, según la teoría de los círculos concéntricos de Braj Kachru, profesor emérito de la Universidad de Illinois. Es, además, el llamado “idioma de los negocios”, lo que da una idea más aproximada de la globalidad de su influencia. Su raíz radica en una isla en medio del Océano Atlántico; desde Gran Bretaña ha conquistado el planeta. El inglés se ha convertido en idioma universal y una condición casi indispensable para el éxito profesional.
“Hoy en día se utiliza tanto para cuestiones laborales como económicas, culturales, turísticas y académicas. Se requiere para viajar y estudiar, en los congresos y en las publicaciones científicas”, explica María González Davies, profesora de Lenguas Extranjeras y Traducción de la Universidad Ramón Llull (Barcelona) y directora del Grupo de Investigación en Competencia Interlingüística e Intercultural en la Enseñanza y el Aprendizaje de Lenguas. Aunque Gran Bretaña es el origen del idioma, no cuenta con el mayor número de hablantes. Delante de éste, se sitúan países con mayor dimensión como Estados Unidos, India, Pakistán y Nigeria.
En cinco siglos, el inglés ha conseguido colarse en la mente del mundo entero y formar parte de la vida de la mayoría de los ciudadanos. “Desde el siglo XVI, cuando reinaba Isabel I y hasta el siglo XX con Estados Unidos, ha habido una hegemonía de habla inglesa que ha empujado a crear una industria a raíz de la Revolución Industrial, ha producido riqueza y ha invertido en educación y cultura”, dice la experta en lenguas extranjeras. "Aunque es innegable y evidente que España también posee un gran legado cultural, quizás no se supo encontrar la fórmula adecuada para difundirlo de forma óptima ni, por diversas razones, se invirtió lo suficiente en educación e investigación en el mismo periodo de tiempo", añade González Davies. El número de hablantes hispanos ronda los 500 millones, una cifra muy inferior a la de los ingleses.
En ningún momento los ingleses han dejado de prestar atención a los negocios, la clave de su subsistencia. La llamada City de Londres reúne el dinero de todos aquellos que pertenecieron a la Commonwealth y fueron colonias británicas, como la India, que han mantenido vigentes sus lazos a pesar del paso de los siglos. “Los hijos de las familias de clase media de estos países han estudiado en Londres y se les ha educado con ideas británicas. Esto ha impedido que el vínculo entre la capital inglesa y los países emergentes se rompa”, según la investigadora. “Los ingleses implantaron mejoras en ciencia y tecnología en los países a los que llegaban y establecieron relaciones con instituciones poderosas”, añade convencida de la buena planificación de los laboratorios, asociaciones y universidades británicas que impulsaron este vínculo. Estos procesos garantizaron una presencia de la cultura inglesa en todas las ramas sociales de sus colonias.
La rápida evolución tecnológica y comercial de Reino Unido ha construido una base en los sectores científicos y empresariales del mundo en los que el inglés se vuelve indispensable. “Los ingleses han sido los primeros en mover su idioma no solo en el ámbito laboral, sino en el estudiantil y en las nuevas tecnologías. Han difundido muy bien la innovación en inglés”, señala González Davies.
A su condición de lengua franca también ha ayudado que Estados Unidos sea el país del mundo donde haya más angloparlantes. Desde este país y Gran Bretaña, el inglés lleva a prácticamente cualquier parte del mundo sus publicaciones, estudios, películas y libros. El fallecido catedrático de Filología Inglesa Enrique Alcaraz Varó sostenía esta afirmación: "En la mayor parte de las distintas especialidades, las publicaciones de revistas en lengua inglesa son las de mayor prestigio y difusión internacional". A menudo, Alcaraz Varó aseguraba que el inglés era la única herramienta disponible para acceder al mundo del conocimiento y la investigación. “Las editoriales más grandes, como Cambridge University Press u Oxford University Press, tienen su origen en Reino Unido y junto a Estados Unidos difunden la cultura mundial”, añade la profesora.
Al ser el inglés el idioma de las principales potencias mundiales, no es extraño que, en la mayoría de los países se apuntale su aprendizaje desde el colegio y en muchos otros, directamente se trate de una segunda lengua. El lingüísta David Graddol lo afirma claramente en su estudio sobre las tendencias globales de las lenguas en el siglo que viene: Casi la mitad de los europeos hablan inglés y el 91% de los alumnos del viejo continente aprenden el idioma; en España, solamente el 10% de la población lo habla con fluidez. “Desde hace 100 años, el British Council forma de una manera muy planificada al profesorado de inglés y lo imparte de forma sistemática. Los libros de texto que utilizan son los mismos en todos los continentes y la revolución didáctica la iniciaron ellos centrándose más en el trabajo grupal que en la gramática”, cuenta González Davies, autora del libro New teachers in a new education system y Multiple voices in theTranslation clasroom.
A esta autoridad didáctica se unen poderosas plataformas que han catapultado el inglés más allá de cualquier frontera. William Shakespeare se convirtió en el paradigma mundial del teatro y sus obras son veneradas hoy en día casi más que cuando se publicaron, los Beatles consiguieron que la música, en la mayoría de sus versiones, solo se entienda en inglés y la influyente industria cinematográfica lo ha monopolizado como su lengua oficial. 500 años después, el inglés se ha hecho fuerte en todos los frentes y no parece que ningún idioma pueda relevarle. Ni siquiera el español o el amenazante chino. El inglés es, por tanto, un idioma para casi todo el mundo.
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