La concertada en huelga, sobran razones

El 24 de octubre habrá, al menos, cinco huelgas en educación. FSIE, sindicato mayoritario en la enseñanza concertada y privada, ha realizado su propia convocatoria porque tenemos razones suficientes y diferenciadas de las que exponen otras organizaciones.

La enseñanza concertada no sale beneficiada en esta ley y mucho menos sus profesionales. Los recortes se han aplicado con la misma dureza en todo el sistema público y concertado, pero las condiciones de este último y las de sus docentes eran ya inferiores y se han empeorado aún más. Con esta ley no se mejora nada.

Dieciocho meses sin convocar la Mesa de la Enseñanza Concertada es ya motivo suficiente para ejercer nuestra más enérgica protesta hacia el Ministerio de Educación. Sin diálogo, sin implicación del profesorado, es muy difícil que una reforma educativa salga adelante. Sin negociación es imposible que haya consensos y la educación seguirá vinculada a las decisiones de los partidos de turno en el Gobierno. Mal servicio al país.

Si bien en la LOMCE hay un tímido avance hacia la libertad de enseñanza, esta sigue sin estar garantizada. Ni se concreta la libertad de elección de los padres, ni se consolidan los conciertos educativos, ni se extiende la gratuidad al Bachillerato y a la Educación Infantil (0-3 años).

Ni una sola mejora para los profesionales. Incluso el Consejo Escolar del Estado aprobó en su dictamen sobre la LOMCE que las mejoras del profesorado de la enseñanza pública, establecidas en la LOE, se extendieran a la concertada. El ministerio ha hecho caso omiso.

Ni un avance para subsanar la deficitaria financiación de la enseñanza concertada. En esta legislatura no se ha reunido ni una sola vez la Comisión para el estudio de la cuantía de los módulos de concierto que valore el coste total de la impartición de las enseñanzas en condiciones de gratuidad. No interesa, es mejor que los centros concertados sigan siendo deficitarios y vayan desapareciendo paulatinamente.

Se han iniciado, excluyendo a todos los profesionales que no tienen la condición de funcionarios, conversaciones sobre el futuro “Estatuto del Docente”. A nosotros nos parece más adecuado llamarlo “Ley de Docente”.

Las funciones de los consejos escolares de los centros quedan reducidas en su mayoría a un papel de comparsa, incluso se ha suprimido su pronunciamiento en los despidos del profesorado de niveles concertados.

La LOMCE permite que las empresas puedan, por razones económicas, modificar sustancialmente los salarios de los docentes y no docentes de centros concertados, lo que supone dejar vacía la negociación colectiva y modificar el régimen de pago delegado, perjudicando enormemente a los profesionales. Y todo ello sin una mínima consulta a sus representantes. También generará graves problemas la posibilidad de que los centros, en función de disposiciones administrativas, puedan incrementar el calendario escolar y la jornada lectiva, sin tener en cuenta las condiciones pactadas en los convenios colectivos.

Esta ley propone un cambio de estructura del sistema educativo importante pero sin financiación adecuada que, en el caso del sector de la enseñanza concertada y privada, se va a traducir en reducciones de horarios, salarios, cierres de unidades y despidos.

Es una ley compleja en la distribución de competencias, en su organización y aplicación. Creemos que puede aumentar las diferencias entre Comunidades Autónomas. Para FSIE la enseñanza “básica y obligatoria” tiene que ser mucho más sencilla y homogénea.

La reforma educativa es necesaria, no podemos seguir con los datos objetivos de abandono y fracaso escolar que tenemos. Pero la reforma hay que hacerla con diálogo, negociación y con el máximo consenso posible para que dé la estabilidad que el sistema educativo necesita. A nivel político no toda la responsabilidad es del PP. La actitud de todos los partidos políticos es la que impide el imprescindible Pacto Educativo que deje a la educación al margen de los intereses partidistas que siempre responden a objetivos electorales a corto plazo.

Tenemos razones más que suficientes para convocar una huelga el día 24 de octubre que haga reflexionar a quien impulsa esta reforma e introduzca en el Senado las modificaciones oportunas para mejorarla.

Jesús Pueyo es secretario general del sisndicato FSIE.