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Tribuna
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El diferente impacto de la crisis en la salud de hombres y mujeres

La peor situación sociolaboral de las trabajadoras es un factor de riesgo sanitario

La salud de las mujeres y los hombres es diferente y las desigualdades de género constituyen uno de los determinantes más importantes de la salud de las personas. En el momento actual es importante preguntarnos si la crisis que estamos viviendo afecta de manera desigual a la salud de las mujeres. Analizar los efectos de la crisis sobre la salud implica también examinar las consecuencias de las medidas que se toman para enfrentarla; de hecho, el nivel de protección social establecido en cada país es un elemento esencial para determinar el impacto de las crisis sobre la salud de la gente y su bienestar.

Datos recientes indican que en España se esta produciendo un retroceso en indicadores de igualdad de género. La OCDE ha advertido sobre este peligro en relación a la brecha laboral, y el último informe del Foro Económico Mundial revela que nuestro país ha retrocedido 14 puestos en el ranking de países en la brecha de género solo en el último año. Las tasas de actividad y de empleo son menores en mujeres que en varones, las mujeres cobran menor salario por el mismo tiempo trabajado, dedican más tiempo a las tareas domésticas y son las principales cuidadoras de las criaturas y las personas dependientes en los hogares. Sobre esta situación de desigualdad de género, las repercusiones de la crisis sobre los determinantes sociales de la salud serán diferentes en hombres y en mujeres. Algunos efectos de la crisis económica, como desempleo y precariedad, pobreza o recortes en los sistemas de protección social (educación, guarderías, sanidad, atención a dependientes, pensiones), afectarán de manera desigual a mujeres y a varones.

Aún no disponemos de datos consolidados que muestren el impacto específico de la crisis actual sobre la salud de las mujeres en España, ya que las estadísticas sanitarias llevan un mayor retraso que las de otros sectores. Los datos de la última Encuesta Nacional de Salud (2011-2012) indican que las mujeres perciben peor su salud que los varones, padecen más enfermedades crónicas y tienen con más frecuencia limitada su autonomía para las actividades de la vida diaria. También acuden más a las consultas médicas de atención primaria y consumen más medicamentos.

Ellas acuden más a primaria, toman más medicamentos, y perciben que su salud es peor

Si las mujeres, como vemos, tienen más necesidades de salud y utilizan más los servicios, ¿cómo repercutirán las medidas de recortes en los servicios públicos, sanitarios y sociales, sobre la salud y los derechos de las mujeres? Un sistema que basa el derecho a la sanidad pública en el aseguramiento –y no en la ciudadanía-, y dado que las mujeres tienen menores tasas de empleo, las situará más frecuentemente como beneficiarias, en lugar de aseguradas, con las implicaciones que esto supone sobre su independencia y autonomía en el uso de su derecho a la salud. Si ellas padecen más enfermedades crónicas y discapacidad, y consumen más medicamentos, se verán más afectadas por las medidas de copago farmacéutico y de otras prestaciones, como las ortoprotésicas. Si tienen más necesidades de atención a su salud reproductiva, se verán más perjudicadas por los recortes en la cartera de servicios de anticoncepción o interrupción del embarazo. En síntesis, en sistemas de salud no solidarios, las mujeres pagan más por su salud.

Por otra parte, en situaciones de crisis se trasladan aún más responsabilidades de cuidado a las familias, cargas que recaen sobre los hombros de las mujeres. Según el último Boletín Estadístico del Instituto de la Mujer, en España existe aún una importante desigualdad en la asunción de responsabilidades domésticas y familiares entre hombres y mujeres: el 92% de las mujeres emplea tiempo en el cuidado del hogar y la familia, con una media de 4 horas y 29 minutos al día, mientras que un 75% de los hombres lo hace y ellos dedican 2 horas 32 minutos. Y según la Encuesta Nacional de Salud, el 49% de las mujeres que cuidan a personas con limitación de su autonomía se ocupa de ello en solitario. En este contexto, los recortes en los servicios públicos de atención a personas dependientes y a sus cuidadoras, afectarán de manera muy desigual a hombres y a mujeres, con el consecuente impacto diferencial sobre su salud.

Algunas de estas desigualdades se manifestarán en los datos en estos próximos meses y estaremos con la atención puesta en denunciarlas. No sabemos si la propia violencia de género va a ser uno de los fenómenos agravados por la crisis, pero lamentablemente otros problemas de salud, como los relacionados con las enfermedades crónicas o con los programas de prevención recortados, no se podrán demostrar hasta pasados varios años. Son los impactos diferidos de la crisis, estos nos acompañarán silenciosa y tórpidamente en los próximos tiempos. Entre los problemas derivados directamente de la crisis y los que provocan las políticas del gobierno, veremos empeorar la situación de salud de las españolas en un futuro.

María del Mar García Calvente y Luis Andrés López Fernández son profesores de la Escuela Andaluza de Salud Pública, en nombre del Clúster de Género, Salud y Servicios Sanitarios, de la misma institución.

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