Los niños hospitalizados por infecciones respiratorias agudas son más de 40.000
La gravedad de estas enfermedades crece en los menores de un año Las altas hospitalarias superan el 13% en los sujetos más vulnerables El 25% de los bebés de 34 semanas sufre problemas respiratorios
La neumonía o la bronquiolitis son solo algunas de las infecciones respiratorias agudas (IRA) que, según datos del INE, llevan a más de 40.000 niños menores de cinco años a ser hospitalizados cada año en España. Las IRA son particularmente peligrosas en sujetos con ciertas características (lactantes, prematuros, niños que padecen cardiopatías congénitas o síndrome de Down, entre otras). En este caso la tasa de hospitalización supera el 13%, y un 20% de los prematuros ingresa en cuidados intensivos.
La frecuencia y la gravedad de las IRA crecen en los menores de un año, y la gran parte de estas infecciones tiene origen viral: el virus respiratorio sincitial (VRS) está presente en el 77% de los casos y es el responsable de la neumonía, una de las tres primeras causas de mortalidad infantil en el mundo según las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En españa, las vacunaciones y los antibióticos reducen mucho esa incidencia.
Con el objetivo de prevenir este tipo de enfermedades en los grupos más vulnerables ha nacido la Alianza Aire, organización sin ánimo de lucro que reúne a más de 11 asociaciones de padres y pacientes. La misión principal de esta plataforma, que ha presentado este miércoles en Madrid su programa, es defender los derechos de la población infantil garantizando igual acceso al Sistema Nacional de Salud en todas las comunidades autónomas y reforzando la profilaxis. El primer paso, ha explicado la gerente de AIRE, Aurora Pimentel, es concienciar a la sociedad acerca de este problema, ya que “el 25% de los niños de 34 semanas sufre problemas respiratorios”.
Manuel Sánchez Luna, neonatólogo del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, ha explicado que las IRA pueden desembocar hasta en el fallecimiento, sobre todo en niños vulnerables menores de dos años, generar secuelas o causar el desarrollo de insuficiencias respiratorias crónicas. Según Sánchez, la tasa de hospitalización podría disminuir a través de un adecuado trabajo de sensibilización, tanto institucional como social, y de una labor educativa dirigida tanto a familias como a profesionales sanitarios y docentes.
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