“Calidad de vida es familia, salud y educación”

Mientras Anthony Gooch (Londres, 1968) habla del “desmesurado desempleo” entre los jóvenes españoles, dos chavales intentan robarle el móvil que tiene encima de la mesa de una céntrica terraza madrileña. El director de relaciones públicas de la OCDE ha venido a España para presentar el índice para la vida mejor, que trata de medir el bienestar ciudadano olvidándose del PIB y atendiendo a factores que tradicionalmente no se han tenido en cuenta. A pesar del episodio que acaba de suceder y de las dificultades que sufren los españoles, Gooch no cree que en España se viva tan mal: el índice otorga buena nota en aspectos como salud, relación entre vida y trabajo, vivienda y sentimiento de comunidad.

“Vivir bien puede ser salir a tomar algo con los amigos después del trabajo, por mucho que no tengas el último Mercedes”, explica este hispanobritánico de aspecto robusto y barba de dos días. Para él, por ejemplo, calidad de vida significa “familia, salud y educación”. Pero también el recuerdo que tiene de sus veranos en la Alpujarra, donde iba cada año con sus padres a pasar unos días de vacaciones. “Esas casas blancas, esos olores, la gente, el producto local... Eso también es calidad de vida”.

De padre inglés —hispanista profesor de la London School of Economics— y madre española nacida en Granada, Gooch difícilmente podría haberse dedicado a algo que no fueran las relaciones internacionales. Antes de instalarse en París vivió en Bruselas, Londres, Sevilla y Washington. Trabajó 13 años para la Comisión Europea e incluso coqueteó con el periodismo haciendo algunas cosas de radio para la BBC y de televisión para la cadena estadounidense ABC. Cuando se le pregunta a este licenciado en Historia y posgrado en Ciencias Políticas cuál es exactamente su profesión, mira al cielo, piensa unos segundos y contesta: “Es complicado”.

Gooch abunda en la idea de que hasta ahora no se ha medido correctamente el bienestar ciudadano. “Evaluarlo con el PIB es algo muy del siglo XX”, explica. Por eso, al llegar a la OCDE en 2008, impulsó este índice, que atiende a 11 factores que van desde el medio ambiente a la seguridad, pasando por la satisfacción o la calidad del empleo. Como cada uno tiene sus prioridades, la web del índice permite averiguar qué país se adapta mejor a las preferencias de cada uno. Si, por ejemplo, su máxima preocupación es la salud, el informe le recomienda Australia. Si, en cambio, su prioridad son los ingresos, Estados Unidos o Suiza probablemente satisfarán mejor sus pretensiones.

Gooch ha creado el índice de bienestar ciudadano de la OCDE

El objetivo es que, con el tiempo, la gente relacione a la OCDE con este índice, pensado para que entes públicos y privados adapten sus políticas a los datos mostrados, que se actualizan una vez al año en función de la información que aporta cada país. “Es una forma de que la gente entienda lo que hacemos”, cuenta este aguerrido fan del Chelsea. “Cuando llegué al organismo me di cuenta de que nadie sabía a qué se dedicaba exactamente la OCDE”.

Preguntado sobre si su organismo erró al no prevenir la crisis, reconoce una parte de responsabilidad. “Hicimos estudios que indicaban preocupación, pero no se externalizaron por presiones políticas”, se lamenta. “Algo así no nos lo podemos volver a permitir”.