Descubierto un tumor benigno en una costilla de neandertal
El fósil de Croacia tiene 120.000 años y es de un adolescente macho Los huesos con este tipo de lesión más antiguos hasta ahora eran de hace entre mil y 4.000 años
Un fragmento de costilla de neandertal descubierto hace tiempo en Croacia se ha convertido, al estudiarlo ahora con técnicas avanzadas de rayos X y escáner, en el fósil más antiguo que se conoce con un tumor de hueso. Es un tumor benigno y la costilla es de un muchacho de hace 120.000 años que durante décadas estuvo clasificada como resto de fauna del famoso yacimiento de Krapina y que pasa a ser “el más antiguo, con mucho, tumor de hueso identificado en el registro arqueológico”, según explican los científicos que lo han estudiado. Los ejemplos más antiguos que se conocían hasta la fecha tienen entre mil y 4.000 años.
“Los tumores de huesos son hallazgos excepcionalmente raros en los restos de la evolución humana y los registros arqueológicos”, recalcan los investigadores en un comunicado de la Universidad de Pensilvania. Janet Monge, paleoantropóloga del Museo Penn, y sus colegas han presentado el hallazgo en la revista PlosONE. El fragmento con el tumor (fibrodisplasia) mide 30 milímetros de largo, es de una costilla izquierda y, a juzgar por su tamaño y el extremo de articulación vertebral, sería de un adolescente macho. Los científicos no tienen más restos que puedan ser atribuidos a ese ejemplar y no pueden determinar si el tumor fue la causa de la muerte o contribuyó a la misma.
La historia de los fósiles de Krapina se remonta a 1899, cuando Dragutin Gorjanovic-Kramberger, profesor de la Universidad de Zagreb y director de Paleontología del Museo Nacional, visitó por primera vez dicha cueva en la actual Coracia, alertado por un maestro local. Encontró herramientas de piedra, fragmentos de huesos de animales y un molar humano. Con la ayuda de sus colaboradores siguió trabajando en la excavación y, en 1905, de Krapina habían salido ya más restos de homínidos que de ningún otro yacimiento del mundo. Casi un siglo después, en 1990, los estudiosos del Museo Penn fueron invitados a estudiar las imágenes radiológicas de los famosos fósiles neandertales de Krapìna e identificaron 874 restos humanos, de más de 75 individuos. Sus análisis concluyeron que los individuos de aquel grupo eran, en su mayor parte, robustos y saludables.
Sin embargo, recuerdan los expertos de la Universidad de Pensilvania, la costilla del tumor no estaba entre aquellos restos humanos porque el fósil había sido erróneamente clasificado en la colección de fauna. Lo descubrieron, en 1986, el famoso paleontólogo Tim White (Universidad de California en Berkeley) y su colega Nicholas Toth (Universidad de Indiana), y unos años después se constató que el hueso era patológico, aunque no ha sido hasta ahora, con el escáner y los análisis, cuando se ha identificado el tumor definitivamente.
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