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Air Europa impide viajar solos a quienes usen silla de ruedas

La compañía adopta una interpretación restrictiva de un reglamento europeo de 2006 Iberia decide en función de la movilidad del pasajero

Mara Zabala, a la que Air Europa ha impedido viajar sola en avión, el sábado en Madrid.
Mara Zabala, a la que Air Europa ha impedido viajar sola en avión, el sábado en Madrid.Kike Para

La compañía aérea Air Europa impide viajar solos en avión a quienes utilicen silla de ruedas. La compañía se escuda en una interpretación restrictiva del reglamento europeo 1107/2006 (de obligado cumplimiento), que, paradójicamente, trata sobre los derechos de las personas con discapacidad o movilidad reducida.

La empresa denegó a Mara Zabala, de 33 años y en silla de ruedas desde hace 10, el derecho a viajar en avión. Zabala, que es senior de responsabilidad corporativa en una multinacional con sede en España, viaja habitualmente en avión con otras compañías por razones “laborales y personales” y “nunca” ha encontrado una traba al respecto. Tenía previsto acudir a Bilbao en avión desde Madrid este martes, pero cuando llamó a Air Europa para comunicar que precisaba asistencia (AENA es la encargada de trasportar hasta su asiento a quienes tengan movilidad reducida), la compañía le informó de que no era posible ejecutar el viaje.

Air Europa, la segunda compañía española en facturación por avión, alega razones de seguridad e invoca el primer apartado del artículo 4 del reglamento para impedir que Zabala suba al avión. El precepto permite que la compañía exija que la persona con movilidad reducida vaya acompañada para cumplir los requisitos de seguridad. “Me dijeron que me devolvían el dinero pero que no podía viajar porque no puedo caminar y en caso de evacuación sería un problema”, relata por teléfono Zabala.

La Comisión Europea criticó en 2011 el uso abusivo de este reglamento por parte de algunas aerolíneas

Iberia, por el contrario, asegura que estudia los casos uno por uno y decide si exige o no un acompañante en función de la movilidad y la posibilidad de desenvolverse de cada caso. “El servicio médico es el que estudia a cada pasajero y si puede bandearse y no hay mayor inconveniente, podrá viajar”, explica una encargada de prensa de la compañía. Zabala asevera, sin embargo, que cuando ha viajado con la compañía ni siquiera ha hecho falta que pasara ningún examen médico.

La Comisión Europea ya emitió un informe en abril de 2011 donde alertaba de deficiencias en la aplicación del reglamento. La Comisión recuerda que la facultad para denegar el embarque o la reserva del vuelo o para condicionar el viaje a la presencia de un acompañante es una “excepción expresamente delimitada”. La Comisión se muestra muy estricta con las razones que amparan una denegación y alerta de que “algunos operadores aéreos tienen tendencia a confundir los requisitos de seguridad del vuelo con asuntos relacionados con la comodidad”, como, por ejemplo, ir al lavabo.

“Me quedó en silla de ruedas hace 10 años y bastantes inconvenientes tengo ya, que no puedo caminar, como para que esta sociedad torpedee más mi vida normal”, desliza Zabala. La aerolínea ha justificado por escrito la denegación del viaje. Según su interpretación de la norma, permitir la entrada en el avión de una persona con silla de ruedas vulneraría “la normativa y manuales operativos aprobados por las Autoridades aeronáuticas”.

Lo que hay detrás es una discriminación clara

Pilar Villarino, directora Ejecutiva del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad

Pilar Villarino, la directora Ejecutiva del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI), el organismo ante el que Zabala tiene previsto denunciar su caso, asegura que algunas compañías invocan las “razones de seguridad” como una triquiñuela para discriminar a las personas con movilidad reducida. “Dicen que entorpecerían la evacuación y otros argumentos absurdos, pero lo que hay detrás es una discriminación clara”, expresa.

El texto de la comisión resalta que las compañías abusan de la posibilidad de exigir un acompañante “obligando a esta segunda persona a pagar el precio completo de su billete”. “Eso o a que sea yo quien tenga que abonar un segundo viaje y depender de alguien que pueda ir conmigo a todas horas”, apunta Zabala.

La legislación no especifica qué características debe reunir el acompañante. El departamento de prensa de Air Europa esboza, sin precisar en qué documento lo recoge, que debe poder “valerse por sí mismo; la lógica”. Marza Zabala esboza “La lógica es que yo, que hago mi vida sin problemas, pueda viajar. ¿Podría evacuarme alguien que tuviera 87 años o una amiga con peso pluma? Ellos son personas que se valen por sí mismos. Es discriminatorio y, además, absurdo”.

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