La nueva política gay en los Boy Scouts de América no cierra el debate
Cuando los jóvenes homosexuales sean adultos, serán expulsados. Contrarios y defensores se enfrentan ideológicamente
En 1991 los Boy Scouts de América (BSA, por sus siglas en inglés) fueron contundentes acerca de su postura sobre la homosexualidad: "Creemos que la conducta gay no es compatible con los objetivos y propuestas que promueve el movimiento scouting y, sin duda, no es un modelo que queramos transmitir a los jóvenes en nuestro programa". Más de 20 años después y tras duras críticas, manifestaciones, episodios de abusos sexuales y casos de discriminación en todo el país, los jóvenes homosexuales serán admitidos en los BSA a partir del 1 de enero de 2014.
La medida afectará a las 116.000 tropas, según anunciaba la propia agrupación este miércoles tras una votación en la que participaron más de 1.000 delegados y cuyo resultado fue del 60% de votos a favor y el 40% en contra. A pesar de que este paso representa una cambio histórico para esta organización centenaria, todavía los adultos homosexuales no son, ni serán, miembros de derecho. Cuando un joven Scout llegue a los 18 años será expulsado.
Los BSA basaron sus argumentos en el hecho de que este cambio de política “enfatiza que el Movimiento Scout es un movimiento juvenil”. “Hoy, después de la revisión más larga de nuestra historia, hemos decidido eliminar la prohibición de pertenecer a los BSA en la juventud, basada en la orientación sexual”, aseguraban en un comunicado. A la vez que admitían que el cambio, en cuanto a los líderes adultos -en su gran mayoría padres y antiguos miembros-, ni siquiera se había considerado, “por lo que ésta se mantiene”.
“Este es el problema. Cómo pretenden que un muchacho o muchacha se comprometa con una organización en la que sabe que cuando cumpla la mayoría de edad le van a rechazar. Es un paso, eso nadie lo puede negar, pero no es suficiente. El objetivo es la igualdad total”, explicó Jennifer Tyrrell, madre lesbiana expulsada de los BSA hace meses y que ha iniciado varias campañas en Internet para acabar con la discriminación.
"Estoy muy orgullosa de lo lejos que hemos llegado, pero hasta que no haya un lugar para todos en el Movimiento Scout, mi trabajo continuará”, reiteró. Tyrrell no puede volver a los Scouts como líder. Un compañero de Tyrrell en esta lucha, Pascal Tessier, de 16 años, tenía sentimientos encontrados tras la votación: “Ya pensaba que hoy era mi último día en los BSA, hoy este resultado ha cambiado mi vida”. En dos años, y si nada cambia hasta entonces, Tessier, que se reconoce abiertamente gay, será expulsado.
La prohibición lleva mucho tiempo vigente y muchos líderes Scouts -al igual que grupos defensores de los derechos de los homosexuales- van a seguir peleando para que acabe esta prohibición, aunque parece que los altos mandos de la organización “todavía no están preparados para dar este paso”, añadió Tyrrell. Esta mujer, de 33 años, comenzó ayer una petición para buscar este objetivo con el nombre de Los Boy Scouts de América van a admitir a los gais en su organización: "Ahora es el turno de los padres homosexuales". De momento, tiene poca acogida.
A pesar de que el cambio para los defensores de los derechos de los gais es insuficiente, para otros este cambio es demasiado. “Este es un episodio muy importante de nuestra historia. Somos conscientes de que la gente tiene distintas opiniones sobre esta nueva política, los menores están mejor cuando pertenecen al Movimiento Scout”, explicaban los BSA en el comunicado.
Por otra parte, los grupos más conservadores de los BSA están consternados por el resultado de la votación y amenazan con desertar de la organización. Hay una reunión prevista para el próximo mes en la que algunos discutirán la formación de una nueva agrupación para los niños, según informa AP.
El grupo religioso The Assemblies of God aseguró que esta nueva regulación “dará lugar al éxodo masivo de miembros”. “Y además, hace a los BSA vulnerables para claudicar con las demandas de aquellos que buscan poner fin a la prohibición de los líderes gais”, añadió esta organización conservadora.
“Estamos profundamente tristes por lo que ha ocurrido hoy. Creemos que la homosexualidad es incompatible con los principales valores de los Scouts y sus leyes”, dijo tras el anuncio Frank Page, presidente de la Convención Sureña Baptista, a la misma agencia. El Gobernador de Texas, Rick Perry, también expresó su disconformidad en un comunicado. “A pesar de que siempre recordaré lo bien que lo pasé de niño en los BSA y las lecciones que aprendí, me siento decepcionado con lo ocurrido hoy”, declaró.
El propio presidente Barack Obama aseguró el pasado mes de febrero que "los gais deberían tener las mismas oportunidades que todos los demás, en todas las instituciones y en todos los ámbitos de la vida". "Los Scouts son una gran institución que promueve valores y liderazgo. Y creo que nadie debería ser excluido de participar en este programa por su orientación sexual", dijo Obama tres días después de que los BSA anunciara la propuesta de admitir jóvenes homosexuales en sus tropas.
Fundada hace 103 años, los Scouts es la organización juvenil más numerosa de EE UU. Desde 1990 se mantiene estable con cuatro millones de miembros y 290 tropas locales. Su insignia es "promover un ambiente de diversidad e inclusión", una ideología que muchos creen que les está costando mucho cumplir, aunque el primer paso se dio ayer.
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