Así se replicaban las bacterias de hace 4.000 millones de años
Los microorganismos primitivos carecían de pared y proteínas Se dividían cuando la presión del volumen interior era suficiente
En el proceso que llevó desde sustancia inerte a la vida, las bacterias juegan un papel fundamental. Su estructura actual, con ADN y una cubierta, es la base de las células de los seres más desarrollados. De hecho, alguna de las complejidades de nuestras células, como la existencia de mitocondrias, se atribuye a una especie de simbiosis entre bacterias, como definió Lynn Margulis: una mayor, que sería el origen de nuestras células, y otra, menor, que integrada se convertiría en la mitocondria, un orgánulo indispensable porque, entre otras cosas, es donde se sintetizan las moléculas que contienen la energía, el ATP.
Pero las bacteria también evolucionaron. El descubrimiento de que en algunos casos carecen de pared –lo que se denomina forma L- apunta a que esa estructura protectora, que hoy tienen casi todas, fue una adquisición evolutiva. Pero la capacidad para dar marcha atrás no se perdió. En algunos casos, bacterias normales vuelven a su estado primigenio. Son lo más parecido que podemos ver de cómo eran hace 4.000 millones de años.
Aquellas estructuras tenían otra peculiaridad. Aparte de carecer de pared, tampoco tenían las proteínas necesarias para la división bacteriana normal (las proteínas son como las nanomáquinas que realizan todos los procesos celulares). Pero el hecho es que se dividían, que es su manera de reproducirse.
Investigadores de la Universidad de Newcastle publican en Cell su explicación de cómo se replicaban. Las causas no son tanto biológicas, sino físicas. Igual que una pompa de jabón se divide en dos cuando se alcanza una determinada relación entre el volumen de su contenido y su superficie, en estas bacterias parece que el sistema de formación de vesículas y su separación tiene causas parecidas pero al revés: cuando aumenta la superficie, se forman vesículas que se separan.
Pero los científicos no solo lo explican: lo han grabado. Es lo más parecido a ver qué pasaba en las insoportables condiciones de la Tierra de hace 4.000 millones de años. la imagen va acelerada. El contador son los minutos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.