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La primera ley antitabaco redujo los infartos un 11%

Desde la implantación de la norma, también ha disminuido la mortalidad asociada en un 18%

La campaña, en un paquete de tabaco.
La campaña, en un paquete de tabaco.

La ley antitabaco que entró en vigor en 2006 redujo un 11% los infartos agudos de miocardio, según un estudio realizado en Girona. La norma, que prohibió fumar en los centros de trabajo y en parte de bares y restaurantes, ha beneficiado sobre todo a los no fumadores al reducir la exposición pasiva al humo. Las mujeres y la población de entre 65 y 74 años son los dos grupos con mayor impacto. “Los infartos se han reducido un 15% en los no fumadores”, explicó Roberto Elosua, coordinador del grupo de epidemiología y genética cardiovascular del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) y uno de los autores del estudio.

Los investigadores han utilizado los datos de Regicor, registro de los infartos que se producen en la mayor parte de la provincia de Girona. En la población de entre 65 y 74 años, los infartos se han reducido un 18% en los tres años posteriores a la entrada en vigor de la ley —desde el 2006 al 2008—, cifra que alcanza el 15% entre las mujeres.

El efecto beneficioso es perceptible a corto plazo porque el humo aumenta en las horas posteriores el riesgo de que se formen coágulos o trombos

Los autores han comparado los casos de esos tres años con los que de los tres anteriores, cuando no existía la norma. En total, se produjeron 3.703 infartos en esos periodos. La ley también ha reducido la mortalidad asociada en un 18%. En la investigación han participado el Hospital Josep Trueta de Girona, el Hospital de Blanes y el Instituto de Investigación de Atención Primaria IDIAP Jordi Gol.

Los datos, que publica la revista Plos One, son comparables a los recogidos en otros países europeos con leyes similares. Los investigadores esperan que el beneficio sobre la salud pública aumente cuando se analice el impacto de la ley, más restrictiva, que entró en vigor en 2011.

Locales públicos

La norma prohibió fumar en todos los locales públicos, mientras que la anterior lo permitía en locales de menos de 100 metros cuadrados si lo decidía el propietario y en salas habilitadas en los locales de mayor superficie. En 2011 murieron en España 35.200 personas tras sufrir un infarto.

El efecto beneficioso de la ley es perceptible a corto plazo porque el humo del tabaco aumenta en las horas posteriores el riesgo de que se formen coágulos o trombos en la sangre. “El estudio valida conclusiones de investigaciones anteriores con unos datos muy exhaustivos”, declaró Rodrigo Córdoba, miembro del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo.

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