La policía es el segundo terror para las víctimas de violación en India
Una fuerza corrupta dificulta los cambios hacia la violencia contra las mujeres
Poco después de decirle a la policía que había sido violada, una mujer del sur de Delhi vio desde la ventana de su apartamento al hombre que la había atacado riéndose con un policía que la había llevado de la estación a casa.
"Ese oficial vino después y me preguntó por qué quería poner una denuncia", dijo la mujer de 30 años y madre de dos hijos en una entrevista. “Me dijo que iba a hacer el ridículo a menos que accediera a arreglar las cosas sin una investigación”.
Después de meses de intimidación del hombre que ella aseguró que la había violado y de la indiferencia de la policía, contactó con un político que intervino en el caso y, por fin, el supuesto violador fue arrestado. El juicio está en proceso.
Un caso más famoso, el de la chica que fue brutalmente violada en un autobús el mes pasado y que murió posteriormente, ha llevado al país asiático a una revisión de muchas de sus viejas actitudes respecto a la violencia contra las mujeres. Sin embargo, parece que el mayor obstáculo para un cambio es el de una policía que es corrupta, en su mayor parte masculina, fácil de manipular por los políticos y que cuenta con muy poco personal.
"Si eres una mujer que está sufriendo, lo último que quieres es ir a la policía", dice Vrinda Grover, una abogada de derechos humanos en Nueva Delhi.
La policía busca más una reconciliación con el atacante que investigando los hechos
En muchos casos de violación, la policía pasa más tiempo buscando una reconciliación entre el atacante y la víctima que investigando los hechos. Los expertos consideran que la fuerza policial no está preparada para lidiar con crímenes serios, particularmente aquellos contra las mujeres.
La remuneración de los agentes es muy pobre y las oportunidades de un ascenso son pocas, lo que deja a muchos policías pendientes de sobornos para poder ayudar a sus familias. Las personas que no tienen dinero o conexiones políticas son generalmente ignoradas.
El trato que reciben las mujeres por parte de la policía es tan preocupante que ahora las leyes prohíben a los oficiales arrestarlas o interrogarlas durante las noches. Caso tras caso, la policía sigue usando sus prerrogativas para llevar a las mujeres que sufren abusos a las manos de sus agresores.
De todos los problemas que afectan a la policía, la tradición cultural es el más difícil de erradicar. Pese a que India ha experimentado un desarrollo económico que ha llevado a millones de mujeres a irse del hogar y a trabajar en zonas urbanas, todavía existe un apego a una determinada concepción de la mujer. "El cuerpo de una mujer como un lugar puro es el tema predominante en la literatura", dice Ashutosh Varshney, un profesor de estudios internacionales de la Universidad de Brown. "Una mujer deshonrosa es igual a una mujer que deshonra a toda la familia e incluso a la cultura". De este modo, después de una violación, la policía y los cabezas de familia ven como primera responsabilidad proteger el honor de la familia y el decoro de la mujer, antes que darle justicia.
Los retrasos en la justica son endémicos. De las 600 denuncias de violación en el año pasado, solo ha habido una condena
El 26 de diciembre, una mujer de 18 años de Punjab se suicidó después de que la policía se negara durante cinco semanas a arrestar a los hombres que eran sospechosos de haberla violado en grupo. "En su lugar la presionaron a casarse con uno de ellos. Así, muchas mujeres indias terminan casándose con sus violadores, a los que la policía suele soltar en los primeros días o incluso horas después de que la mujer los haya denunciado", dice Ravi Kant, presidente de una organización de apoyo a las mujeres.
Los retrasos en la justicia son endémicos. De las 600 violaciones reportadas en Delhi el año pasado, solo una persona ha sido condenada. Además, los oficiales indios son muy pocos y están mal pagados, lo que los hace más susceptibles a la corrupción. El país tiene tan solo 1.585.117 oficiales para proteger a 1.200 millones de personas. Los salarios son abismales, y consisten en alrededor de 75 euros al mes para los agentes. Las estaciones de policía a menudo no tienen baños. Muchos policías de bajo rango pagan sobornos de hasta un año de sueldo para conseguir sus empleos. Los sobornos se convierten en una rutina de vida que mina la confianza pública.
Más del 80% de los oficiales de India son agentes que no están capacitados para investigar crímenes. Y solo el 5% de ellos son mujeres, a pesar de que el Gobierno anunció recientemente que contrataría más mujeres en Delhi.
La jerarquía es otro gran problema. Es casi imposible ascender, lo que lleva a una desconexión entre la policía y sus líderes.La interferencia política es uno de los motivos que minan esta confianza. Las conspiraciones entre políticos y oficiales son algo muy común. Cientos de personas han sido asesinadas en tiroteos policiales que tenían implicaciones políticas.
Para la mujer en el sur de Delhi que dijo que la policía rechazó tomar su denuncia de violación en serio, estos lazos de la policía con los políticos significa que la justicia solo es para aquellos que están bien conectados.Cuando su violador amenazó a su hija de 12 años, ella acudió a uno de sus hermanos que conocía a un influyente político. Inmediatamente después la policía tomó cartas en el asunto.
“Durante todo este tiempo, he vivido en constante miedo de que mi marido sea asesinado o que mis hijos sean secuestrados, porque sabía que la policía no me ayudaría si algo pasara”, dijo la mujer. “No tengo ninguna fe en la policía. Si tienes dinero o conexiones puedes tener justicia. Si no, olvídalo”.
© 2013 The New York Times News Service
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