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La justicia suspende el cierre de urgencias en Castilla-La Mancha

El Tribunal Superior admite a trámite la denuncia del alcalde de Tembleque y suspende cautelarmente la medida ante el riesgo de daños irreparables

Foto: atlas | Vídeo: Atlas / Uly Martín (El País)
Alejandra Agudo

A las tres menos cuarto el médico de Pobo de Dueñas (Guadalajara), uno de los 21 puntos de atención sanitaria continuada (PAC) que había suprimido el Gobierno de Castilla-La Mancha, recibía la llamada de la gerencia del servicio de salud regional (SESCAM). “Me han dicho que me quedara a hacer el turno de noche”, relata. Minutos después, la enfermera tenía la misma comunicación. Sin más indicaciones que las de continuar su turno y que avisaran a sus compañeros que tuvieran guardia en los próximos días, el personal sanitario recibió así la noticia de que el Tribunal Superior de Justicia autonómico suspendía cautelarmente la decisión de eliminar este tipo de asistencia médica nocturna. La Junta anunció que recurrirá la decisión judicial, para lo que tiene tres días.

La denuncia que interpuso el alcalde de Tembleque (Toledo), Jesús Fernández, el pasado martes ha provocado que la justicia haya decidido parar la medida impulsada por el gabinete de María Dolores de Cospedal. “Es muy una buena noticia”, declaró el edil socialista al conocer la decisión. El auto expone en su escrito que, pese a no haber oído la justificación de la Junta, suspende cautelarmente el cierre teniendo en cuenta los argumentos del Ayuntamiento toledano, que habla de “serio riesgo de que se produzcan efectos lesivos de muy difícil o imposible reparación, tratándose de asistencia sanitaria urgente”. La eliminación de 21 PAC, repartidos por las cinco provincias y que entró en vigor el pasado lunes, afecta a unas 100.000 personas y les obligaría a realizar desplazamientos de hasta 50 kilómetros en caso de necesitar asistencia sanitaria de noche.

Los alcaldes de otros municipios han manifestado, pese a esta paralización, su intención de presentar también recursos para impugnar el cierre de los PAC. Para ello, algunos han certificado ante notario que el trayecto que separa algunas de las poblaciones afectadas distan más de media hora, límite que marca la ley orgánica 137/1984, de su nuevo centro de salud de referencia durante la noche.

A las diez de la mañana, en Molina de Aragón, un notario partía en su coche hacia Adobes y Piqueras, porque los habitantes de ambos pueblos tendrían que hacer ese recorrido en sentido inverso para ir al médico en caso de urgencia nocturna debido a la eliminación del PAC en Pobo de Dueñas. Pese a que era de día y las condiciones climatológicas favorables, los viajes duraron 35 y 45 minutos, respectivamente. La carretera está plagada de curvas y la nieve en el arcén anuncia hielo durante la noche en el asfalto. “De noche se habría tardado más”, reconoce el notario.

Las organizaciones ciudadanas y los políticos locales tampoco dieron por conseguido su propósito de paralizar la medida. En el bar de Pobo de Dueñas, un grupo de vecinos se reunían ayer por la tarde para organizar la manifestación contra la decisión del Gobierno regional el próximo sábado en Guadalajara. “Seguimos luchando, a ver qué pasa”, dijo uno de los congregados.

Con una alegría moderada por la decisión de la justicia, se quejaban, sin embargo, de que nadie hubiera avisado a los vecinos del cambio. “La noticia pasa de boca a boca. A mí me ha avisado un amigo”, lamentaba uno de los presentes. “Esta noche puede haber gente que se vaya a Molina de Aragón si tiene una urgencia”, alertaba. Muchos alcaldes de la zona (el Alto Tajo) se enteraron por los médicos de la vuelta al antiguo horario.

“Si hubiera sido de noche podríamos estar lamentando una desgracia”. La alcaldesa de Adobes, uno de los pueblos afectados por el cierre de Pobo de Dueñas, habla así del episodio que vivieron ayer a las ocho de la mañana, justo cuando abría el consultorio. La sobrina de un vecino del pueblo llegaba a esa hora para que el médico asistiese a su familiar, quien, después de ser diagnosticado por el facultativo, supo que había sufrido un ictus. Los habitantes del municipio, congregados en el centro de salud para protestar por su cierre, contaban con indignación que el helicóptero que debía recogerle no pudo ir por la niebla, según fue informado el personal sanitario. “Todo esto crea inseguridad y la gente se va del pueblo”, subrayaba una de las congregadas. Timoteo, octogenario que participa en las manifestaciones, coincidía: “Nos vamos a tener que ir”. “Se va perdiendo lo que teníamos”, recalca.

Alberto Gómez, concejal del Pobo, destacaba ayer “el esfuerzo y el empeño de los castellano-manchegos, demostrando su rechazo a esta barbaridad”. Los vecinos veteranos reconocen que se han movilizado para defender su comarca, para mantener abierto las 24 horas el centro de salud que se construyó con dinero que aportaron todos los habitantes del pueblo. Mari Carmen Coba, de 63 años, dice: “Esperamos que Cospedal recapacite. La invitamos a que pase una noche en Piqueras a ver si mantiene su decisión”. Uno de los argumentos que han repetido los alcaldes contrarios al cierre de los PAC es que las comunicaciones en muchos puntos son enrevesadas. Para llegar a Piqueras, a más de 1.300 metros de altura, desde el que sería su centro médico si se cierran definitivamente las urgencias del Pobo, el camino es serpenteante y difícilmente caben dos vehículos en paralelo en la calzada.

Las preocupaciones de los vecinos es compartida por el presidente del Colegio de Médicos de Castilla-La Mancha, Francisco Parra, que tras conocer la medida cautelar pidió a la Junta que recapacite su decisión. Fuentes de la Junta, sin embargo, declaraban a Europa Press que es “inaudito” que se cuestione la reordenación horaria de las urgencias. “Estamos reordenando para ayudar a más gente”, indican.

Los tribunales han frenado temporalmente una decisión que alcaldes (también del PP) y vecinos quieren que se revoque definitivamente. Cuatro concejales populares dimitieron al rechazar el cierre de las urgencias rurales y los encierros en los centros de salud, incluso de los habitantes veteranos, han salpicado la región. Falta por ver la decisión definitiva de la justicia. Antes se conocerá la respuesta a las alegaciones de la Junta. De momento, ayer el cartel de “urgencias” del centro de salud de Pobo de Dueñas lucía en la oscuridad de la noche. La puerta permaneció abierta hasta el amanecer.

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Sobre la firma

Alejandra Agudo
Reportera de EL PAÍS especializada en desarrollo sostenible (derechos de las mujeres y pobreza extrema), ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Miembro de la Junta Directiva de Reporteros Sin Fronteras. Antes trabajó en la radio, revistas de información local, económica y el Tercer Sector. Licenciada en periodismo por la UCM

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