Buenas noticias para su corazón
Un estudio revela que la epidemia de ateroesclerosis coronaria es menor que lo estimado Tres de cada cuatro cateterismos cardiacos son innecesarios, según una investigación europea Casi 700 pacientes fueron evaluados mediante técnicas de imagen no invasivas
Si usted ha tenido dolor en el pecho y su médico ha sospechado que padece angina o riesgo de sufrir un infarto de miocardio, probablemente haya sido sometido a un cateterismo: le habrán introducido un tubo por la ingle para llegar al corazón y examinar hasta qué punto están taponados los vasos que oxigenan el órgano que le mantiene vivo. Los resultados preliminares de un estudio europeo presentado por sus investigadores este martes en Madrid arrojan dos buenas noticias para los pacientes del futuro. Primero, la ateroesclerosis coronaria obstructiva (el maldito colesterol que tapona y endurece sus arterias) no se halla con tanta frecuencia como se esperaba. Segundo, tres de cada cuatro pacientes se pueden ahorrar el trago del cateterismo.
En los últimos tres años, los médicos de 17 hospitales europeos participantes en el estudio EVINCI (Evaluation of Integrated Cardiac Imaging) siguieron a casi 700 enfermos de nueve países con dolor crónico de pecho. Los pacientes tenían entre 30 y 75 años. El 38% eran mujeres. Según las estimaciones que se manejan en la actualidad, poseían una probabilidad del 60% de padecer enfermedad coronaria ateroesclerótica. La investigación ha sido promovida por la Sociedad Europea de Cardiología y financiada por la Comisión Europea.
Durante los tres años de estudio se investigó el estado de los pacientes mediante varias técnicas de imagen (desde ecocardiograma hasta escáneres multicapa y con emisión de positrones (PET) y se completó en los casos necesarios con cateterismo. Se tuvo en cuenta el coste de cada prueba y los riesgos potenciales. La recolección de datos concluyó el pasado 15 de junio y los resultados (preliminares, pendientes de los definitivos en pocas semanas, según sus responsables) muestran que el diagnóstico a pacientes con angina de pecho estable o dolor anginoso practicado mediante exámenes clínicos o electrocardiograma de esfuerzo “está sobreestimado”, según los autores. Es decir, que al paciente se le diagnostica una enfermedad que en realidad no padece y ello le aboca a someterse al cateterismo. Entre los 695 pacientes estudiados en el EVINCI, “solo un 25% padecía enfermedad obstructiva que necesitaba revascularización de la zona afectada (por ejemplo, bypass para puentear las arterias obstruidas)”. Es decir, que según el criterio de los investigadores en base a los resultados del estudio, los tres restantes pacientes sometidos a cateterismo podían haberse ahorrado la intervención.
¿Qué ocurre? Lo explica José Luis Zamorano, jefe de Cardiología del Hospital Ramón y Cajal, coordinador del EVINCI en España y anfitrión este martes de la presentación en su hospital de los primeros datos del estudio. “El cateterismo es una prueba que se realiza a casi todos los enfermos sospechosos de padecer enfermedad coronaria causada por ateroesclerosis. Según los datos que manejábamos hasta ahora, de todos los pacientes a los que se sometía a esta prueba, que no está exenta de riesgos, solo se hallaba enfermedad obstructiva en un 40%. Nos planteamos que el diagnóstico con técnicas de imagen no invasivas debía servir para elegir mejor a quienes realmente eran candidatos a pasar por el cateterismo. Tenemos que tener en cuenta los costes económicos y más en una situación como la actual, y también el coste para el enfermo”. El Ramón y Cajal ha participado en EVINCI junto a otros dos centros hospitalarios españoles: el Clínico en Madrid y el Vall d’Hebrón en Barcelona. “Otro de los objetivos es saber cuál es la mejor prueba de imagen para el diagnóstico de esta enfermedad. No debemos olvidar que un tercio de la población va a morir de una enfermedad cardiovascular”, recuerda Zamorano.
Y en la época del saber compartido en red, el EVINCI, tal y como ha señalado uno de los investigadores principales, Danilo Neglia, de Pisa (Italia), “se ha creado un gran banco europeo digital para imágenes multimodales cardiovasculares y un almacén de muestras de sangre que serán relevantes no solo por los resultados del estudio EVINCI, sino también para futuros estudios y propósitos educativos”. Otra herramienta importante nacida del proyecto es eduCAD, que pretende facilitar la formación de los cardiólogos y ayudarles a elegir la mejor prueba de imagen para el diagnóstico de la cardiopatía.
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