Eduard Jil, el barítono que arrasó en Internet con ‘Trololó’

En la era de Internet la fama llega a veces de sopetón. Alguien puede levantarse un día y comprobar que se ha convertido en un auténtico fenómeno universal. Eso le ocurrió a Eduard Jil (Smolensko, Rusia, 1934) hace un par de años cuando escuchó a su nieto tararear un antiguo éxito suyo de los años setenta. Al preguntar al niño se dio cuenta de que millones de personas estaban viendo en Youtube un vídeo de su canción Estoy muy contento de estar de vuelta a casa, aunque ya había sido bautizada con el nombre con el que pasaría a la historia de Internet: Trololó.

El vídeo en cuestión es de 1976 y muestra a Jil cantando sonriente mientras se mueve con andares robotizados por un decorado antediluviano. Pero lo que más llamó la atención de los internautas fue que en los casi tres minutos de canción, el cantante no articula una sola palabra, se limita a interpretarla con onomatopeyas.

No obstante el tema nació con letra, hablaba de un vaquero de Kentucky que regresaba a casa. Pero eran tiempos de la guerra fría y cualquier alusión al archienemigo americano era objeto de la censura soviética. Jil optó por emplear su formación de barítono y suprimió la letra.

La canción tuvo mucho éxito dentro de la Unión Soviética, pero Eduard Jil ya era un artista conocido. Ganó varios festivales y fue elegido artista del pueblo en 1974. Con la caída del régimen su carrera languideció en su país. Emigró a Francia y cantó en un café de París durante los noventa.

Ya jubilado, la fama —esta vez a nivel mundial— le volvió a sorprender. En 2010 su Trololó se convirtió en uno de esos fenómenos de Internet que no se sabe cómo empiezan pero que acaban siendo omnipresentes. Melodías para móviles, parodias de todo tipo... Jil se lo tomó con sentido del humor y aceptó de buen grado su nueva condición de celebridad. Murió el 4 de junio a los 77 años en San Petersburgo y la noticia inundó rápidamente las redes sociales. Incluso Vladímir Putin expresó sus condolencias a la familia.