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Muere un lince atrapado en un cepo

Es el segundo muerto en Guadalmellato (Córdoba) por este motivo en poco más de un año El animal, nacido en cautividad en Doñana, vivía en libertad desde principios de 2012

Esther Sánchez
Lince muerto atrapado por un cepo
Lince muerto atrapado por un cepo

El cadáver de Hispano, un macho de lince ibérico, apareció ayer con una pata atrapada por un cepo en un azud de riego de El Carpio, en la zona de Guadalmellato (Córdoba), donde se está reintroduciendo la especie. El ejemplar había nacido en 2011 en el centro de recuperación de El Acebuche, en Doñana (Huelva) y fue liberado a comienzos de este año. Es el segundo lince que muere en el entorno por el mismo motivo. En febrero del año pasado la hembra Charqueña quedó atrapada en un cepo del que no se pudo liberar y los técnicos del programa Life-Lince sospechan que fue una trampa de este tipo la que cortó la pata a otro ejemplar que también falleció. En este momento viven en el entorno entre 21 y 22 linces.

"Seguramente el cepo no le causó la muerte, pero estaba colocado en el soto del río y le arrastró hasta el agua, donde se ahogó", explica Miguel Simón, director del programa de Conservación del Lince. Los cepos están prohibidos por la legislación española y la europea debido a que son un método de captura de animales poco selectivo, que atrapa a cualquier especie.

En el entorno se están reintroduciendo linces desde 2009 y ahora hay unos 22 ejemplares

"Es algo bastante dramático, porque realmente aquí la gente no pone cepos para cazar depredadores, sino para coger algún conejo y pasa esto. Yo les pagaba los conejos de mi bolsillo", añade Simón. Hispano portaba un collar con GPS, que no enviaba señales desde hacía varios días. "Llegaron todas a la vez desde el mismo lugar y cuando nos acercamos ya llevaba tiempo muerto. Las personas se deberían concienciar de que tener linces es un valor añadido que aporta riqueza y atrae al turismo", se lamenta.

Ramón Pérez de Ayala, técnico de la organización WWF, considera imprescindible que se intensifiquen las labores de vigilancia y prevención por parte de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) para poner freno a estos sucesos. "El cepo es un método ilegal y muy cruel. Es increíble que todavía haya personas que los utilicen", aclara. El Seprona está a la espera de recibir los resultados de la necropsia del animal y  ha abierto una investigación para esclarecer lo ocurrido, aunque aseguran que no es habitual que en la zona se utilicen estos procedimientos de captura ilegales de forma habitual.

 

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Sobre la firma

Esther Sánchez
Forma parte del equipo de Clima y Medio Ambiente y con anterioridad del suplemento Tierra. Está especializada en biodiversidad con especial preocupación por los conflictos que afectan a la naturaleza y al desarrollo sostenible. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y ha ejercido gran parte de su carrera profesional en EL PAÍS.

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