La nuclear de Vandellòs condiciona el primer parque eólico marino
El CSN pide garantía de que no afectará a la defensa frente a una incursión aérea
El primer parque eólico marino que de forma experimental abrirá en España se ha visto condicionado por la proximidad de la nuclear de Vandellòs II (Tarragona). El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha dado el visto bueno a la instalación, promovida por la Generalitat de Cataluña, pero le ha puesto una serie de condiciones, como que garantice que no afectará a los sistemas de detección de la central frente a un eventual ataque aéreo desde el mar.
España, país pionero en energía eólica terrestre, ha dejado pasar la eólica marina. Aunque sobre el agua el viento es más constante, la escasa plataforma continental junto a la Península dificulta la instalación de estos aerogeneradores. Mientras que en el mar del Norte la profundidad es pequeña incluso lejos del litoral, en España el fondo marino cae de forma abrupta al separarse de tierra.
Para comenzar a desarrollar la tecnología, el Instituto de Investigación en Energía de Cataluña (IREC) impulsa el proyecto Zefir, frente a L’Ametlla de Mar (Tarragona) en colaboración con Acciona, Alstom y Gamesa. Se trata de una zona muy ventosa al norte del delta del Ebro. La primera fase busca situar los molinos a unos 2,3 kilómetros de la costa y 40 metros de profundidad, según explica el director general del IREC, Antoni Martínez. En la segunda fase, la más relevante desde el punto de vista de investigación, quiere instalar ocho aerogeneradores flotantes a 30 kilómetros de la costa. Para España, estos dispositivos son los más interesantes, ya que no se verían desde la costa y mitigarían las reticencias de los hosteleros, que ya han protestado por proyectos similares en Cádiz.
Reino Unido vetó molinos costeros que interferían con radares militares
En la tramitación hubo que consultar al CSN, ya que a pocos kilómetros está la nuclear de Vandellòs II. El pleno del CSN aprobó el pasado 26 de abril un sí condicionado al proyecto. Según el acta de la reunión, publicada en la web del Consejo el pasado lunes, el miniparque eólico incluirá una “evaluación de seguridad, en el que se hagan constar los análisis de los riesgos potenciales derivados de su funcionamiento y su posible influencia en la seguridad y funcionamiento normal de la central nuclear de Vandellòs II”. En concreto, pide al IREC que realice un “análisis de posibles interferencias con eventuales sistemas de protección física en relación con incursiones en el espacio aéreo de la central nuclear de Vandellòs II”.
Jaume Morron, consultor especializado en energía, explica que “en Reino Unido la industria eólica y el Ministerio de Defensa llegaron a un protocolo de actuación para que los parques marinos no interfieran con los radares militares”. Reino Unido tiene un enorme programa de eólica marina de 40.000 megavatios. En enero pasado, anunciaron el ensayo de un radar a prueba de aerogeneradores en la costa de Norkfold, al este de Inglaterra. Hasta entonces, había vetado todos los parques cerca de radares militares por las interferencias que causan las palas, según anunció en el ministerio británico. Morron considera positivo que el CSN esté atento a las nuevas instalaciones.
Fuentes del IREC señalan que cumplirán las condiciones fijadas por el CSN y resaltan que el proyecto queda fuera del radio de 850 metros desde la nuclear (otra de las condiciones del Consejo).
Martínez señaló antes de que el CSN publicara el acta que habían tenido toda la colaboración de la nuclear, la única en España que se refrigera con agua de mar:
“El cable submarino pasa junto a la toma de refrigeración de la central”. El Banco Europeo de Inversiones ha seleccionado Zefir como uno de los favoritos para recibir financiación comunitaria.
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