Otro caso por robo de niños en el juzgado apunta a Sor María
La firma de la monja, imputada por detención ilegal de un bebé, figura en el expediente de adopción de una joven cuyos posibles padres biológicos han declarado hoy ante el juez
Un nuevo caso por posible robo de bebés apunta a sor María Gómez Valbuena, la única imputada hasta ahora. El juez de instrucción número 52 de Madrid ha tomado declaración hoy a un matrimonio que denunció en enero de 2011 ante la Fiscalía General del Estado el robo de su hija, nacida en 1980 en el hospital madrileño de La Paz. Una primera prueba de ADN con una joven que ahora reside en Murcia les da un 99% de posibilidades de haber encontrado a su hija. En el expediente de adopción de esa chica, datado un año después, en 1981, figura la firma de sor María, así como en varias facturas que la monja hizo pagar a los padres adoptivos.
"No la he visto ni he hablado aún con ella. No queremos hacerlo hasta que un juez nos diga que es nuestra hija. No queremos hacernos ilusiones y que luego todo quede en nada", explicaba al salir del juzgado Luis Sánchez, padre de la supuesta niña robada.El juez ha ordenado practicar una nueva prueba de ADN para verificar el parentesco una vez que la joven presente denuncia en su juzgado. Hasta ahora solo María del Mar, una de los cuatro hijos del matrimonio, ha contactado con la que podría ser su hermana.
El juez también ha tomado declaración en calidad de testigo a una vecina del matrimonio afectado que trabajaba en el hospital La Paz como administrativa cuando se produjeron los hechos. "Nadie del hospital nos comunicó que el bebé había muerto. Fue ella, nuestra vecina, la que nos llamó y nos dijo que había desaparecido", ha explicado Sánchez.Hoy, ante el juez, la administrativa, ya retirada, ha declarado que no recuerda haber dicho aquello a la familia porque ha pasado mucho tiempo.
"Dijeron que había muerto y yo siempre pensé que había muerto", ha añadido Luis Sánchez, que empezó a sospechar cuando vio a otras familias en la prensa denunciando el robo de sus hijos. Ahora tiene dudas, pero no quiere hacerse demasiadas ilusiones hasta que la prueba de ADN ordenada por el juez confirme el resultado que les ha dado la que se han hecho ellos por su cuenta en un laboratorio privado.
Su mujer, Petra Gallardo, sí ha pensado durante todos estos años, que su hijo podía no haber muerto. Ni ella ni su marido llegaron a ver el cadáver. Personal del hospital les dijo que habían entregado el cuerpo a una universidad para investigar, pero dicha universidad ha confirmado por escrito al juzgado que no fue así.A ambos les dijeron, además, que habían tenido un niño, no una niña, como podría confirmar esa segunda prueba de ADN en el Instituto Nacional de Medicina Legal.
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