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Nuevo caso de ‘vaca loca’ en Estados Unidos

Tras seis años sin evidencias, el Gobierno estadounidense afronta un nuevo contagio

Carolina García
Clientes en un supermercado coreano, los primeros en suspender la adquisición de vacuno de EE UU.
Clientes en un supermercado coreano, los primeros en suspender la adquisición de vacuno de EE UU.YONHAP (EFE)

Estados Unidos ha confirmado un nuevo caso de res infectada con la enfermedad de las vacas locas o encefalopatía espongiforme bovina (EEB) en el Estado de California. Este es el cuarto incidente de estas características detectado en el país y el primero desde hace seis años, según confirmaron esta semana las autoridades. El Departamento de Agricultura aseguró al dar la noticia que no existe riesgo para los consumidores y exportadores de carne de res. “Ni en la cadena alimentaria del ganado ni para la salud humana”, explicó Tom Vilsack, secretario de Agricultura de EE UU.

Los expertos han definido este caso como “atípico". Vilsack explicó que la vaca infectada contrajo la enfermedad de forma espontánea y no a través de la alimentación. El primer caso de esta enfermedad en EE UU se localizó a finales de 2003 en un animal importado de Canadá, seguido por dos más en 2005 y 2006. Dos de estos casos tenían las mismas características que el encontrado esta semana.

El animal contagiado se encontró en una planta de procesamiento californiana, según confirmó a la agencia Reuters, su vicepresidente ejecutivo Dennis Luckey. El hallazgo surgió tras elegir al azar un animal. Sus muestras fueron enviadas a la Universidad Davis de dicho Estado, donde no se obtuvieron pruebas concluyentes y después al Laboratorio Ames del Departamento de Agricultura en Iowa, donde finalmente dio positivo por EEB.

El cadáver de la vaca está en cuarentena. “Estamos esperando a que el Departamento de Agricultura nos diga cómo deshacernos de él”, dijo Luckey.

Los posibles temores a una reacción de los grandes importadores de carne vacuna de EE UU y de los propios consumidores provocaron que los productores en Chicago se deshicieran con rapidez del producto almacenado, debido al recuerdo todavía muy presente de lo ocurrido cuando se dio el primer caso de vaca loca en 2003 y las ventas cayeron unos 3.000 millones de dólares. Golpe del que no se recuperó el sector hasta el año pasado.

El Departamento de Agricultura aseguró al dar la noticia que no existe riesgo para los consumidores y exportadores de carne de res

México, Corea y Japón, tres de los mayores importadores de carne estadounidense en el mundo, no han tomado medidas relevantes, aunque parece que la cadena asiática de supermercados Lotte Mart, asentada en Corea del Sur, ha eliminado la venta de este producto de forma temporal. “De momento la venta de carne de EE UU ha sido suspendida en 95 establecimientos para evitar la ansiedad que pueda surgir en nuestros clientes”, dijo un portavoz de la cadena. Home Plus, una franquicia local de la cadena británica Tesco, que ha tomado también medidas similares.

El Gobierno de Corea del Sur afirmó que reforzaría la vigilancia y seguridad de este producto, pero que no detendría su circulación por ahora. En 2010, este país importó más de 100.000 toneladas de carne vacuna estadounidense, lo que supuso un aumento del 97% con respecto al año anterior, según aseguraron desde el Departamento de Agricultura de EE UU.

Este mal fue descubierto por primera vez en Gran Bretaña en 1986, hasta la fecha ha matado a más de 150 personas y 184.000 vacas en todo el mundo, aunque la mayoría de casos se han dado en Gran Bretaña y Europa. Gracias a la implantación de estrictos controles por parte de los distintos Gobiernos se ha conseguido atemperar su propagación.

Desde el año 2004, el Departamento de Agricultura de EE UU eliminó el cerebro y la columna vertebral de las reses para alimentar al ganado, principal fuente de contagio. Según el Centro de Prevención de Enfermedades estadounidense, las probabilidades de contraer esta enfermedad, incluso tras consumir producto contaminado es de 1 entre 10.000 millones.

La enfermedad de las vacas locas, es una patología causada por proteínas patógenas o priones que se puede transmitir a los seres humanos a través del consumo de partes de animales infectados, sobre todo de tejidos nerviosos. “Lo que no ha llegado a ocurrir esta vez” según informó Vilsack.

El Gobierno de Corea del Sur afirmó que reforzaría la vigilancia y seguridad de este producto, pero que no detendría su circulación por ahora

Los síntomas más comunes en los seres humanos son los cambios de conducta, trastornos en el movimiento, alteraciones de la memoria y deterioro cognitivo. En los animales suele presentar síntomas agresivos, dificultad en la coordinación, disminución en la producción de leche y pérdida de peso. El año pasado 29 casos vacas locas se registraron en todo el mundo. En 1992, el año del pico más alto, se detectaron 37.311.

Sarah Klein, abogada del Centro para la Ciencia de Interés Publicó en EE UU, aseguró que “un caso solamente de vaca loca no es suficiente para crear el pánico ya que no hay ninguna razón para creer que la carne de vacuno o la producción de leche no sean seguras”. Klein además añadió que para el Gobierno de EE UU está siendo difícil localizar este tipo de casos ya que “el país carece de un programa de identificación de los animales que hayan podido consumir el mismo alimento que la res contagiada con EEB”.

Al año se realizan al azar 40.000 pruebas a vacas en EE UU, lo que representa un 0,1% del ganado total, lo que para muchos expertos no es suficiente para garantizar que no llegan vacas infectadas a la cadena alimentaria, según explicó a la agencia AFP, Michael Hansen, científico y miembro de la Unión de Consumidores de Nueva York.

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Sobre la firma

Carolina García
La coordinadora y redactora de Mamas & Papas está especializada en temas de crianza, salud y psicología, y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Es autora de 'Más amor y menos química' (Aguilar) y 'Sesenta y tantos' (Ediciones CEAC). Es licenciada en Psicología, Máster en Psicooncología y Máster en Periodismo de EL PAÍS.

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