“Si el Gobierno planteara el trasvase del Ebro, yo no podría seguir aquí”
Miembro del Partido Aragonés y designado por Arias Cañete, rechaza cualquier acueducto
Hace una década, Xavier de Pedro se manifestaba en Zaragoza contra el trasvase del Ebro. En aquella época, el ministro de Agricultura de José María Aznar, Miguel Arias Cañete, era cazado por una cámara de televisión diciendo que la obra se haría “por huevos”. Hoy, cosas de la política, este abogado experto en aguas, nacido en Zaragoza en 1964, y cara relevante del Partido Aragonés (PAR), preside la Confederación Hidrográfica del Ebro nombrado por Cañete. Su designación, fruto del pacto entre el PP y los regionalistas, demuestra que el trasvase del Ebro es prácticamente ya solo un eslogan político en la Comunidad Valenciana y Murcia. Ayer atendió a este diario en su despacho en Zaragoza. Es de trato amable y con una voz tranquila sepulta el discurso del PP en Valencia y Murcia a favor del trasvase.
Pregunta. ¿Su nombramiento implica que no va a haber trasvase del Ebro?
Respuesta. El PAR tiene un acuerdo con el PP para el Gobierno de Aragón y fue en coalición con el PP a las generales. El trasvase del Ebro supondría un grave problema para esos pactos. En ese sentido, no está el trasvase encima de la mesa.
P. ¿Y estará?
R. Yo creo que no estará.
P. En otras comunidades, el PP dice otra cosa. En Valencia y Murcia el Ebro es su emblema.
R. Aquí hay esa realidad política y en ese contexto, el Gobierno de Aragón rechaza el trasvase.
P. Si el Gobierno lo plantea, ¿qué haría?
R. Si se llegara a plantear, no tendría sentido que yo estuviese en la Confederación del Ebro. No podría estar aquí.
P. ¿No es un contrasentido tener a un cargo del PAR en un organismo que afecta a 10 autonomías?
R. El PAR siempre ha tenido una política de Estado y una política de defensa de la cuenca. No debe suscitar problemas.
P. Siempre han querido mandar en este organismo.
R. Claro, el PAR nace de la oposición a un trasvase del Ebro a Cataluña. El agua en Aragón, una zona muy árida, es fundamental para el desarrollo. El PAR siempre ha aspirado a dirigir la Confederación del Ebro. No es una reivindicación nueva.
P. El PSOE no se la dio.
R. No. La primera vez que se ha conseguido ha sido ahora.
P. ¿Ha hablado con el ministro Arias Cañete?
R. Personalmente, no. Las confederaciones están adscritas a la Secretaría de Estado y la comunicación es a través de ella.
P. ¿Se manifestó hace una década contra el trasvase?
R. Salí a la calle. No como un dirigente destacado, pero sí.
P. Cañete era ministro y dijo que la obra se haría “por huevos”.
R. La vida y la política dan muchas vueltas. Y las situaciones no son las mismas. Ni políticas ni ambientales ni económicas. Y es normal que un proyecto político tenga argumentos en un momento que luego desaparezcan.
P. ¿Le nombra Cañete o el presidente del PAR, José Ángel Biel?
R. Arias Cañete, pero es evidente que desde el punto de vista político mi nombramiento obedece a que José Ángel Biel lo negoció en el pacto de gobernabilidad en Aragón con Luis Fernanda Rudi y en las generales con Mariano Rajoy.
P. En Madrid, el PP vendía que la presidencia de la confederación ya no era tan relevante porque les ha bajado el rango de dirección general a subdirección y que ahora las decisiones están en Madrid.
R. Las competencias de los presidentes se mantienen intactas. Bajar de rango es una cuestión de ahorro económico. Pero no ha habido ningún cambio legal de competencias.
P. El programa electoral del PP hablaba de buscar trasvases en cuencas excedentarias. ¿Hay excedentes en el Ebro?
R. El plan de demarcación de cuenca que se aprobará en breve será una prueba clara de que no hay agua sobrante en el Ebro.
P. Si el Ebro no tiene excedentes y es el río más caudaloso, ¿dónde sí hay sobrantes?
R. Yo, como presidente del Ebro, debo velar por los intereses de la cuenca. Del resto, desconozco su realidad. Aquí ya hay algunos trasvases y no cabe otro.
P. Le leo una frase de Cañete: “La realización de trasvases entre cuencas en España es una práctica común y una solución satisfactoria para garantizar el agua que beben los españoles”. ¿Está de acuerdo?
R. Es verdad que el trasvase es una opción jurídica, pero se tienen que dar las circunstancias para ello. Y en el Ebro, en la situación actual, no es posible.
P. ¿En la situación actual de sequía o a medio plazo?
R. Especialmente con la sequía. Hablar hoy de aguas sobrantes es imposible. En años secos está más que claro que no se puede hacer. Y en otros años tampoco, con las obras pendientes, los caudales ambientales y las necesidades de la cuenca.
P. El Estatuto de Aragón fija una reserva para la comunidad de 6.550 hectómetros cúbicos, seis veces el derogado trasvase. ¿Qué hará?
R. Habrá que cumplirla.
P. ¿Cómo? Si Aragón ni puede almacenar esa capacidad.
R. Puede que por el cambio climático y la reducción de recursos esa reserva no sea posible aplicarla algunos años, pero otros sí.
P. Aragón no consume ni de lejos 6.550 hectómetros cúbicos.
R. Esa reserva solo recibió un voto en contra en el Congreso y en Aragón ninguno. Contempla también las necesidades futuras. La de Aragón no es la única reserva en el plan de cuenca.
P. La cuenca del Segura, con 2,5 millones de habitantes, tiene 1.000 hectómetros cúbicos al año. ¿Necesita Aragón seis veces más con poco más de la mitad de la población?
R. Aragón es un centro agroalimentario muy importante que genera alimentos para seis millones de personas. Es un sector estratégico que necesita agua.
P. Sus socios valencianos y murcianos dicen que las desaladoras no sirven y reclaman el trasvase.
R. Desconozco el sistema de desalación. Sé que hay estudios teóricos que apuntan a un precio más barato del que se está consiguiendo. Y creo que todos los recursos que se han invertido se intentarán aprovechar al máximo.
P. ¿Cree que las comunidades deben asumir competencias en materia de agua?
R. Creo que hay que clarificar el sistema. Hay una complejidad de competencias y de financiación entre comunidades, Ayuntamientos y Gobierno. Yo soy partidario de la descentralización administrativa y política cuando tienen un sentido de eficiencia.
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