_
_
_
_
_

¿Cuánto cuesta una gripe?

Un estudio calcula que la epidemia de gripe A de 2009 generó un gasto de 257 millones de euros El coste sanitario y social sería similar al de otros años, explican los investigadores

Elena G. Sevillano

Si sumamos la utilización de los recursos sanitarios, tanto en hospitales como en centros de salud (medicamentos, pruebas diagnósticas, visitas al médico…) y el impacto en el ámbito laboral, básicamente en absentismo de los enfermos y de los que los cuidan, ¿cuánto cuesta una gripe? Un estudio de investigadores españoles publicado en el último número de la revista Plos One lo ha calculado: la epidemia de gripe A (temporada 2009-2010) supuso un gasto total de unos 257 millones de euros.

Los autores, del Instituto de Investigación Hospital del Mar de Barcelona (Imim) y del CIBER de Epidemiología y Salud Pública de Madrid, se propusieron estudiar qué uso hicieron los afectados por gripe A de los recursos sanitarios. Además, calcularon el coste medio por paciente, tanto de los que necesitaron hospitalización como de los que no. España registró casi un millón y medio de casos ambulatorios de gripe A y unas 3.025 hospitalizaciones. En el primer caso, el coste medio por paciente fue de 940 euros. En el segundo, de 6.236 euros.

“Apenas hay estudios sobre el coste de una epidemia de gripe. Se trata de un proceso agudo y es difícil hacer estos cálculos. Hemos querido cubrir ese vacío en la utilización de los servicios sanitarios”, asegura Olatz Garin, una de las investigadoras, que alerta de que sus datos no permiten multiplicar el coste medio por paciente por el número de pacientes para obtener el gasto total.

“Hemos hecho un análisis de sensibilidad, con otras variables, que finalmente resulta en un coste en servicios sanitarios de 145 millones de euros si contamos solo los casos con diagnóstico confirmado, y en un coste estimado, que incluye todos los casos clínicos, de 257 millones de euros”, explica. Y precisa que se trata de una estimación con margen de error. "Si además del impacto en el sistema sanitario tuviéramos en cuenta el impacto ocupacional, es decir, las bajas laborales, la cifra se multiplicaría por cuatro", calcula Garin. 

El impacto en el ámbito laboral resultó ser muy elevado. Las incapacidades temporales de los trabajadores fueron de 30,5 días de media en los enfermos hospitalizados y de nueve días en los que solo siguieron tratamiento ambulatorio. Un porcentaje muy elevado del coste total (86%) se atribuye a este último tipo de pacientes, mientras que los que acabaron en el hospital solo supusieron el 14% restante del gasto en servicios sanitarios.

“Este estudio ha permitido determinar la utilización real de servicios debido a la gripe A, ya que hasta ahora las evaluaciones se basaban en modelos de datos estimados o simulados”, señala Jordi Alonso, coordinador del grupo de investigación en servicios sanitarios del Imim. “Dado que finalmente la gripe A no resultó tan agresiva como se preveía, podemos decir que estos resultados serían similares a los de la gripe en una situación epidémica normal”, añade. Garin añade que el estudio demuestra que “pese a los temores iniciales de una sobreutilización de los servicios sanitarios, finalmente esta no se produjo”.

El estudio ha sido financiado por el Instituto de Salud Carlos III y ha requerido la colaboración de un amplio grupo de trabajo para hacer el seguimiento de pacientes con diagnóstico confirmado de gripe A. El grupo que ha hecho esta investigación ya está preparando otro estudio sobre el coste global de la gripe, sumando estos resultados a otros gastos como las campañas de prevención, la compra de vacunas y la pérdida de productividad más allá de la incapacidad temporal.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Elena G. Sevillano
Es corresponsal de EL PAÍS en Alemania. Antes se ocupó de la información judicial y económica y formó parte del equipo de Investigación. Como especialista en sanidad, siguió la crisis del coronavirus y coescribió el libro Estado de Alarma (Península, 2020). Es licenciada en Traducción y en Periodismo por la UPF y máster de Periodismo UAM/El País.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_