Holanda abrirá en marzo la primera clínica privada para practicar la eutanasia
La Asociación para la Muerte Voluntaria espera un millar de solicitudes anuales Enfermos desahuciados o con demencia podrán pedirla gratis cuando su médico les niegue ayuda
Holanda abrirá el próximo 1 de marzo su primera clínica privada para practicar la eutanasia a domicilio. Patrocinada por la Asociación para la Muerte Voluntaria, espera un millar de solicitudes anuales de pacientes que hayan sido rechazados por sus médicos. No todos los facultativos están dispuestos a ejecutar la eutanasia, ya sea por motivos deontológicos o religiosos. En ese caso, y siempre que la situación del paciente esté contemplada en los supuestos de la ley vigente (aprobada en 2002), la asociación encargará a uno de sus seis equipos móviles especializados que auxilie al enfermo en su casa. Si bien la mayoría suelen padecer cáncer en sus últimos estadios, el nuevo centro analizará también las solicitudes de personas con un principio de demencia. O bien con dolencias psíquicas crónicas. El servicio será gratuito y reservado para ciudadanos holandeses.
La ley estipula que
el paciente debe
estar lúcido y seguro cuando la pida
La ley holandesa de eutanasia no la despenaliza sin condiciones. En concreto, estipula que el paciente debe estar lúcido y seguro cuando la pida. Su enfermedad debe ser mortal y sus padecimientos insoportables. El médico, por su parte, está obligado a consultar con un colega antes de proceder. De no cumplirse estos requisitos, los jueces pueden imponer una pena de hasta 12 años de cárcel. Todas las eutanasias reportadas por los médicos, que suelen ser de cabecera, son además analizadas por cinco comisiones de ética. Los expedientes dudosos son remitidos a los fiscales.
Según la Asociación para la Muerte Voluntaria, “muchos médicos rechazan las peticiones legales de eutanasia por temor a ser sancionados. De ahí la importancia de contar con médicos y enfermeras especializados, siempre dentro de la legalidad”. La Asociación dispone de un capital inicial brindado por sus propios miembros. A la larga, sin embargo, esperan que las aseguradoras puedan correr con los gastos de esta modalidad de eutanasia. La Federación Médica Nacional ha descalificado la iniciativa porque desarraiga al paciente. “Estos médicos autorizarán una eutanasia solo en función del historial de un paciente al que no conocen. En el peor de los casos, puede morir gente que tal vez hubiera podido recibir otro tipo de ayuda”, han alertado sus portavoces.
La muerte asistida cuenta con un 90% de apoyo popular en Holanda
La ley de la eutanasia cuenta casi con un 90% de apoyo popular en Holanda, pero ha habido casos polémicos. En 2011 se supo que fue practicada en una paciente con demencia severa cuando había perdido la consciencia. Si bien la mujer había pedido asistencia para morir cuando estaba lúcida, y no tuvo repercusiones legales, provocó un amplio debate ético. En 2010, hubo 25 eutanasias en pacientes con una demencia moderada. Todos fueron considerados legales.
El suceso más controvertido fue el de 22 recién nacidos con espina bífida. Como los bebés no aparecen en la ley, desde esas eutanasias rige un protocolo elaborado por el Hospital Universitario de Groningen. Junto a la información detallada que en todo momento reciben los padres, un comité de expertos (formado por un jurista, un pediatra y un ginecólogo) asesora a la justicia ante situaciones similares. Bélgica aprobó la eutanasia en 2002. Luxemburgo lo hizo en 2009. También está legalizada en Suiza y en los Estados de Montana, Washington y Oregón, de Estados Unidos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.