La comisión holandesa que estudia los abusos en la Iglesia pide obligar a los obispos a denunciarlos
Wim Deetman, director del equipo investigador, propone un centro nacional para canalizar todas las demandas de las víctimas.- Las indemnizaciones rondarán los cinco millones de euros
La comisión holandesa que investiga todos los abusos sexuales cometidos en el seno de la Iglesia católica nacional desde 1945 ha pedido que se obligue a los obispos a denunciar a los agresores. Wim Deetman, director del equipo investigador, propone también la apertura de un centro nacional que canalice las denuncias de estas agresiones. Con ello, dice Deetman -antiguo ministro democristiano de Cultura-, "podrá coordinarse la ayuda para otras víctimas de asaltos, ya sea en centros de menores o en hogares de acogida". La financiación del nuevo servicio correría a cargo del Ministerio de Sanidad.
La Comisión Deetman ha reunido unas 2.000 denuncias y espera presentar su informe definitivo en diciembre. En estas recomendaciones preliminares, sin embargo, ha arremetido contra el hermetismo de la curia. Si bien el exministro está "relativamente satisfecho de cómo ha reaccionado la Iglesia ante su trabajo", las víctimas merecen transparencia. "Un obispo tiene que hacerse cargo de las demandas. No se trata solo de exigir una indemnización. Admitir el daño hecho y pedir perdón es esencial. Muchos afectados necesitan hablar con los que consideran responsables del daño recibido", ha dicho durante la presentación de su informe provisional.
La Conferencia Episcopal y la Conferencia de Religiosos de Holanda ha aceptado ya compensar a las víctimas de los abusos perpetrados por el clero. Las sumas a recibir oscilarán entre los 5.000 y los 100.000 euros, en función de la gravedad y secuelas dejadas por los hechos. En este caso, las agresiones se produjeron en las décadas de 1960 y 1970, en internados católicos del país.
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