La cuatro versiones de Carcaño
El principal acusado del 'caso Marta' ha variado su relato del suceso a su conveniencia
Carcaño ha ofrecido hasta ahora cuatro versiones al juez y los investigadores desde su detención como principal sospechoso del crimen hasta su posterior confesión.
Primera versión. Al ser detenido por la policía en febrero de 2009, el principal acusado declaró que mató a Marta del Castillo con un cenicero, y a continuación junto a sus amigos Samuel Benítez y Javier G. El Cuco, entonces menor de edad,arrojaron su cuerpo al río Guadalquivir.
Segunda versión. Más tarde, Carcaño culpó del crimen a El Cuco y aseguró que arrojaron el cadáver de la menor en un contenedor de basuras y este acabó finalmente en el vertedero de Sevilla.
Tercera versión. Durante la instrucción judicial, en una comparecencia ante el juez, el fiscal y los letrados, Carcaño ofreció la versión a la que las partes del caso dan más credibilidad y que constituye la espina dorsal de la acusación del fiscal: admitió que tras una tarde en la que junto a El Cuco ambos ingirieron alcohol y drogas, violaron y asesinaron a Marta al asfixiarle con un cable. La brutal agresión se produjo tras rechazar la menor un beso de Carcaño, explicó este.
Cuarta versión. Semanas después, Carcaño retomó la versión del cenicero, negó que hubiera violado a Marta, y dijo que Samuel y El Cuco se deshicieron del cuerpo al arrojarlo al río Guadalquivir. Posteriormente, ratificó esa versión ante el juez. En este enésimo giro Carcaño implicó a un tío de Samuel, pero el joven incurrió en contradicciones al describirlo y aseguró que le había amenazado incluso tras ser detenido y mientras era custodiado por la policía. Además, manifestó que siempre había temido que la familia de su última novia en Camas, con la que convivió cierto tiempo, resultara perjudicada si decía la verdad.
En esta inverosímil versión, Carcaño exculpó a El Cuco de la muerte y violación de Marta, tal y como había indicado antes, y solo le atribuyó el traslado del cuerpo. Ante tanto quiebro, dos de los abogados de Carcaño renunciaron durante el primer año de instrucción.
Hoy ha repetido estaúltima versión: que mató a Marta tras discutir por la relación que ambos habían mantenido. Carcaño aseguró que golpeó a la menor con un cenicero y a continuación avisó a sus amigos Samuel y El Cuco para que trasladaran su cuerpo mientras él se quedó limpiando en la casa. El acusado dijo que desconoce dónde escondieron el cadáver, aunque cree que lo arrojaron al río Guadalquivir. Además, añadió que se inventó la versión de la violación como venganza contra el Cuco por haber implicado en el crimen a su hermano Javier Delgado.
Desde el principio de la instrucción, Carcaño había dado muestras de intentar que el caso lo juzgara un tribunal profesional y no uno popular, tal y como finalmente dictaminó el TSJA. El propio acusado reconoció que cambió su primera versión de los hechos (en la que solo confesó haber matado a la joven) y admitió la violación para esquivar al jurado ciudadano. Además, el joven incluyó en algunos relatos que la noche del crimen tomó drogas, mientras que en otros lo negaba. En una misma entrevista con psiquiatras, al comienzo se refirió a un tipo de sustancia tóxica para, al final de la entrevista, modificar el tipo de sustancia.
El informe psiquiátrico de Carcaño aclaró que no padece ningún trastorno mental y su "capacidad de comprender y querer" se encontraba "intacta y no afectada" cuando supuestamente violó y asesinó a Marta, según determinaron los forenses. El estudio, realizado tras tres entrevistas en prisión, le define como "una persona centrada preferentemente en las situaciones diarias y cotidianas, en lugar de elaborar planes de acción a largo plazo".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.