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Salvar a las plantas del cambio climático

La base de datos mundial TRY, en la que colaboran científicos españoles, intenta sacar del anonimato a miles de plantas y sus funciones. Uno de los objetivos es saber cómo les afecta el cambio climático

Es habitual escoger al oso polar, las aves y los anfibios para hablar de las consecuencias del cambio climático sobre los seres vivos. Las plantas, por el contrario, gozan de un inmerecido anonimato, tanto en relación a este impacto como a otros. Decenas de científicos de 105 instituciones de todo el mundo están embarcados en el proyecto TRY. A global database of plant traits, para ayudar a dar más relieve a la diversidad botánica, las amenazas que sufre y la adaptación a esos cambios. De entrada, con cerca de tres millones de registros, han conseguido crear la mayor base de datos mundial sobre plantas silvestres.

Producen oxígeno, fijan carbono, favorecen la circulación de nutrientes en el suelo, son esenciales en el ciclo del agua... Son muchas funciones para no darles el protagonismo que merecen. De momento, los científicos han ordenado esos tres millones de datos de 69.000 especies de plantas silvestres representativas de las 300.000 descritas en los cinco continentes. Pero no se trata de un mero listado de especies. Hasta 1.480 variables distintas sirven para conocer el estado de la flora actual, desde la superficie, dureza y ángulo de las hojas a la tolerancia a la sequía, pasando por el contenido en carbono, nitrógeno y fósforo, el espesor de la corteza o la forma de crecimiento.

Producen oxígeno, fijan carbono, favorecen la circulación de nutrientes en el suelo, son esenciales en el ciclo del agua...
Hasta 1.480 variables distintas sirven para conocer el estado de la flora actual, desde la estructura de las hojas a la tolerancia a la sequía

"Reunir un conjunto de datos muy importantes de la vegetación mundial para facilitar la elaboración de grandes estudios". Así resume Jordi Sardans, uno los científicos españoles que ha colaborado en la base de datos, la finalidad de la compilación. Junto a él han trabajado Josep Peñuelas, Marc Estiarte, Romà Ogaya y Joan Llusià, todos de la Unidad de Ecología Global del Centre de Recerca Ecològica i Aplicacions Forestals (CREAF) y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Algunas de las aportaciones de este equipo ven de nuevo la luz gracias a su introducción en TRY. Así, incluyen los resultados del estudio Introducción a los efectos del cambio climático sobre los ecosistemas forestales mediterráneos: observación, experimentación, simulación y gestión, publicado este mismo año en la revista Forêt méditerranéenne. En él, los investigadores concluyen que "la primavera biológica llega antes y el invierno se retrasa, por lo que el período vegetativo ha aumentado de 4 a 5 días por década durante los últimos 40 años y la vegetación mediterránea parece avanzar hacia el norte y también en altitud en las montañas". Esto puede sonar exótico, pero no lo es tanto si se piensa que el calentamiento también provoca una disminución de la absorción de CO2 por las plantas y la menor retención de nutrientes, lo que "afecta a los múltiples servicios ambientales, productivos y sociales que aportan los ecosistemas terrestres".

Parece necesario que los científicos conozcan a fondo el comportamiento de las plantas en varias partes del mundo, "sólo así podrán predecir de forma precisa el futuro de nuestros ecosistemas en el escenario actual de cambio climático y ayudar a mitigar sus efectos", afirman desde el CREAF. Según los científicos implicados, los modelos matemáticos no disponían de suficientes datos sobre las características funcionales y estructurales de las plantas silvestres y por tanto no aseguraban resultados fiables en la predicción de los efectos del cambio climático a escala regional o global.

Jordi Sardans valora la importancia de intercambiar esa información: "Gracias a TRY nos pueden llegar entre 50.000 y 60.000 datos de todo el mundo que nos sirven para nuestras investigaciones". Sardans valora especialmente que con TRY, "cuando analizas por qué en especies similares la hoja de una retiene un gramo de carbono por centímetro cuadrado y día, y la de otra cinco, te das cuenta que las variables que antes se daban como determinantes pesan menos que otras, como son la deposición de sustancias derivadas de la actividad humana".

La base de datos se ha desarrollado bajo los auspicios de dos programas internacionales de relieve: el International Geosphere-Biosphere Programme y Diversitas.

Los datos de plantas silvestres servirán para estudiar las consecuencias del cambio climático en la flora y, en consecuencia, en los seres vivos.
Los datos de plantas silvestres servirán para estudiar las consecuencias del cambio climático en la flora y, en consecuencia, en los seres vivos.

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