Dos gemelas se reencuentran 50 años después de su nacimiento
Las pruebas de ADN deberán confirmar que una residente en León y otra adoptada en Valencia son hermanas.- Los médicos y monjas de la maternidad donde nacieron dijeron a los padres que una de ellas había muerto
Vicky Marcos Fuentes ha conocido a su hermana gemela, María José, cincuenta años después de su nacimiento. La segunda fue presuntamente robada en León, donde ambas nacieron en 1959, y entregada a un matrimonio de Valencia, donde ha vivido toda su vida. A falta de la confirmación de las pruebas de ADN, ambas son idénticas, "como dos gotas de agua", según la familia. "Al ver a María José, tuve la sensación de que estaba mirándome en un espejo. Y, sobre todo, me pareció que era una persona a la que conocía muy bien, pese a no habernos visto nunca", declara Vicky.
Vicky Marcos, residente en Santa María del Páramo (León), cuenta que es lectora de EL PAÍS desde el primer día que el periódico salió a la calle. Hace un mes y medio leyó un reportaje en el que tres mujeres buscaban a sus respectivos hermanos gemelos, convencidas de que no murieron, como dijeron los médicos en su día, si no que habían sido robados y dados irregularmente en adopción. "Yo sabía que había tenido una hermana gemela, pero a mis padres les dijeron que había muerto. Nunca nos preocupamos de nada porque dimos por sentado que había fallecido. Pero al ver ese reportaje, empecé a sospechar. Y encargué a mi hija Déborah que indagase".
Déborah empezó a investigar y halló múltiples irregularidades. Supo que su abuela Pilar, a pesar del riesgo, se había hecho en 1959 una radiografía y que esta había confirmado en su día que llevaba en su vientre a dos niñas (anteriormente había dado a luz a otros gemelos). No eran, pues, simples sospechas de que hubiera tenido un parto gemelar, como ocurre en otros casos similares.
El 18 de agosto de 1959, Pilar Fuentes dio a luz a dos bebés en la vieja maternidad de León. Al poco tiempo le dijeron que una de las niñas había fallecido. Jamás le permitieron ver el cadáver ni tampoco enterrarlo. Y Pilar y su esposo aceptaron lo que les dijeron las monjas y los médicos del hospital, a pesar de no haberles entregado ningún documento que lo acreditara. Simplemente, confiaron en su palabra.
Tras leer el reportaje de EL PAÍS, Déborah contactó con las asociaciones de afectados y su madre Vicky apareció en las páginas de El Mundo de León contando sus sospechas. Esta foto fue vista en Valencia por el marido de María José, que andaba buscando a su familia desde que hace más de 30 años se enteró de que era una chica adoptada por un matrimonio valenciano. El marido de María José le dijo: "Hay en Internet una foto de una mujer que es idéntica a ti y que está buscando a su hermana gemela".
Resuelta a reencontrarse, María José telefoneó al Ayuntamiento de Santa María del Páramo intentado que alguien le diera un número de teléfono o un contacto de Vicky. El pasado fin de semana, ambas se encontraron y se besaron en León. "Fuimos a buscarla a la estación de autobuses. Fue increíble. Tuve la sensación de que mi hermana regresaba de un viaje y nos reconocimos enseguida. Nos reímos igual y tenemos los mismos gestos", relata Vicky sin poder ocultar su emoción. Hoy ambas se harán análisis para confirmar científicamente sus lazos de sangre.
Si María José es la hermana gemela de Vicky, ¿quién es la persona que figura enterrada como tal en el cementerio de Puente Castro (León)? Déborah, la hija de Vicky ha investigado y ha encontrado un certificado de defunción, firmado por el doctor José Vega Villalonga, en el que se dice que una de las gemelas murió por asfixia. En el cementerio fue inhumada supuestamente en una fosa común, a los pies de una arboleda. ¿Pero realmente hay un cadáver sepultado? ¿Qué pasará si las pruebas de ADN ratifican que Vicky y María José son gemelas? ¿Cómo fue esta última a parar a un matrimonio que la adoptó creyendo que era una niña abandonada por su madre?
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