Un forense destaca la fuerza del impacto del coche contra las dos víctimas del atropello del Sábado Santo
La policía destaca que el acusado presentaba síntomas de embriaguez
El médico forense que practicó las pruebas autopsia a los cadáveres de Patricia Alfaro y Almudena González, las dos jóvenes fallecidas en el paseo de Colón al ser atropelladas por un conductor con el permiso retirado y cuya tasa de alcoholemia superaba el límite permitido, ha testificado este jueves ante el Juzgado de lo Penal número ocho de Sevilla que las caderas y las rodillas de las víctimas sufrieron un impacto "muy fuerte" y que sus cuerpos habrían sido lanzados por la colisión y no arrastrados al no ser descubiertas grandes marcas de erosión.
La citada instancia judicial ha acogido este jueves la segunda sesión del juicio relativo a la muerte de Patricia Alfaro y Almudena González, atropelladas mortalmente una noche de la pasada Semana Santa de 2010 por un turismo modelo Renault Clio conducido por Fernando Vargas, para quien la Fiscalía reclama nueve años y seis meses de cárcel y el pago de una indemnización de 96.869,86 euros, pues entiende que condujo "de forma despreocupada, sin atender a las señales de tráfico y a una velocidad excesiva". Las acusaciones particulares que ejercen las familias de las víctimas piden para el procesado 36 años y 12 años y seis meses de cárcel, respectivamente.
Fernando Vargas, según los hechos elevados a juicio, cometió este atropello con el permiso de conducir retirado a cuenta de infracciones previas y con una tasa de alcoholemia de 0,51 gramos por litro de aire espirado. En el momento de los hechos conducía desde el estadio de fútbol Ramón Sánchez Pizjuán hacia la estación de autobuses Plaza de Armas al objeto de trasladar hasta allí a su acompañante, Adrián del Nido, hijo del presidente del Sevilla, José María del Nido.
El abogado que representa los intereses de la familia de Almudena González, Alberto Setién, ha informado a Europa Press de que durante el transcurso de esta sesión, han declarado en calidad de testigos un policía local que presenció los hechos fuera de servicio, varios agentes de la Policía Local de Sevilla desplazados hasta el lugar del siniestro para atender el atropello y dos agentes de la Policía Nacional que también asistieron el atropello. Además, han testificado el médico forense que levantó los cadáveres y el médico forense encargado de las respectivas pruebas de autopsia.
Síntomas "clarísimos" de borrachera
Varios policías que acudieron al lugar del doble atropello mortal de dos chicas en Sevilla han dicho hoy a la juez que el conductor tenía síntomas "clarísimos" de borrachera, con lo que han desmentido la versión del acusado de que solo bebió dos cubatas cinco horas antes del siniestro. Según los agentes, el acusado presentaba ojos vidriosos, habla pastosa y balbuceante, somnolencia, comisuras blanquecinas y le costaba mantener la verticalidad.
Otros dos testigos han manifestado que, tras atropellar a las dos víctimas en la madrugada del 3 de abril de 2010, el conductor no intentó parar y lo hizo 200 metros más adelante porque un taxista le persiguió y le bloqueó el paso.
Una decena de policías nacionales y locales han comparecido y han asegurado, en contra de lo declarado por el imputado, que todos los testigos del atropello les indicaban que el conductor se había dado a la fuga.
El primer testimonio de la jornada ha sido el de un policía libre de servicio que vio cómo el acusado, tras el atropello, se saltó un semáforo en rojo y continuó la marcha sin intención de parar, aunque fue interceptado por un taxista que le recriminó a gritos su actitud, en contra de lo afirmado por F.V.C. de que se detuvo voluntariamente cuando se lo permitió la visibilidad de su luna fracturada.
Este taxista no ha podido ser citado pero los ocupantes de un patrullero que acudió minutos después al lugar del accidente, en el Paseo de Colón de Sevilla, han relatado que el hombre se cruzó en el centro de la calzada y les avisó de que acababa de detener al autor del atropello, que se había dado a la fuga.
Un policía nacional ha explicado que vio claramente como el taxi había interceptado al Renault Clío del acusado, bloqueándole el paso.
Otro agente ha declarado que las víctimas, que regresaban de ver procesiones de Semana Santa y se dirigían al domicilio de una de ellas en Mairena del Aljarafe (Sevilla), no llegaban tarde al metro y no tenían motivo para cruzar la calle corriendo, como sostiene una de las hipótesis de la defensa.
Otros agentes han declarado que el conductor fue detenido y trasladado a la Jefatura de la Policía Local, donde la prueba de alcoholemia practicada unos 35 minutos después del atropello arrojó un valor de 0,51 miligramos, el doble de lo autorizado.
El testimonio del procesado
En la anterior sesión de la vista oral, celebrada el miércoles, el propio Fernando Vargas declaraba que el semáforo donde tuvo lugar el fatal siniestro, ubicado frente a la Torre del Oro, lucía en verde cuando lo atravesó con el 'Renault Clio'. Igualmente, defendía que circulaba a 60 kilómetros por hora y que "en ningún momento" vio a las víctimas, pues cuando sintió el impacto levantó "el pie del acelerador", fue frenando y orillándose a la derecha con el objetivo de parar porque "nunca" se quiso dar a la fuga.
Vargas ha reconocido que consumió dos combinados de ron con Coca-Cola antes de acceder al estadio de fútbol, pero asegura que se "encontraba fresco" cuando se puso a los mandos del coche.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.