La nueva ordenanza de Madrid veta los amplificadores y la percusión de la música callejera
Los músicos no necesitará licencian para tocar en las calles.- El PSOE calcula que, con estas normas, el 80% de ellos no podrá tocar
El Ayuntamiento de Madrid ha aclarado hoy alguno de los aspectos más polémicos de la nueva ordenanza del ruido, que se aprobará definitivamente en el pleno del próximo 25 de febrero. Salvo que se introduzcan nuevas enmiendas, la normativa municipal prohibirá todas las actuaciones musicales callejeras que incluyan amplificadores o instrumentos de percusión, tales como tambores o platillos. Por contra, permitirá todas las demás y sin licencia previa, en contra de lo que se había anunciado previamente.
En cualquier caso, se establece un máximo de decibelios para acotar el nivel de ruido generado y garantizar "el descanso de los vecinos", según la normativa. Además, los músicos no tendrán que solicitar una licencia administrativa para ejercer su actividad. Sólo será necesaria en "situaciones específicas, cuando se realicen los conciertos en zonas especialmente delimitadas". Tampoco se requisarán los instrumentos, "en ningun caso", tal y como ha afirmado en la comisión la concejal de Medio Ambiente, Ana Botella, informa Víctor López.
Zonas de especial protección
Los locales con música en directo también se regirán por esta ordenanza, al menos hasta que se ponga en marcha una normativa específica para ellos. Además, el nuevo texto establece zonas de especial protección, como el entorno de residencias de mayores o centros sanitarios, contempla áreas de protección acústica y zonas saturadas por locales de ocio y promueve la limitación a nuevas implantaciones.
Sin embargo, desde el PSOE piensan que solo el 20% de los músicos podrán seguir ejerciendo su actividad, porque una gran parte de ellos usa la percusión, por lo que su actividad se prohibirá. Pedro Santín, portavoz socialista de Medio Ambiente, cree que la norma cae en "contradicciones" y que se está abierta a la "discrecionalidad".
Para el grupo Izquierda Unida, la música en la calle "es cultura", y han criticado de la ordenanza las sanciones, porque criminalizan, según ellos, la conducta de los vecinos. Según la norma habrá sanciones de entre 90 y 650 euros para coches molestos, y de hasta 750 por infracciones de convivencia.
La pasada semana, varios grupos que tocan en la calle se quejaron por la ordenanza municipal que pretendía sancionarles con multas de hasta 750 euros. Aunque el alcalde trató de aplacar los ánimos diciendo que una de las cosas que más le gustaban de Madrid "oír música en la calle", los músicos tocaron en las calles acompañados de carteles de protesta.
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