El padre de las gemelas desaparecidas, en una carta a la madre: "Las maté, no sufrieron"
Matthias Schepp consultó desde su ordenador páginas web sobre sustancias para el envenenamiento y el uso de armas de fuego.- Las autoridades suizas suspenden las pesquisas sobre el terreno mientras la investigación se centra en Córcega
El drama que tiene en vilo a Suiza, Italia y Francia parece aproximarse al peor desenlace posible tras el descubrimiento de una carta escrita por el padre de las pequeñas a la atención de la madre en la que asegura: "Las maté, no sufrieron". En esa suerte de testamento, hecho público esta mañana por el diario italiano La Repubblica, Matthias Schepp anuncia a su esposa, Irina Lucidi, la muerte de Alessia y Livia, de seis años,que "descansan en paz en un lugar seguro" y a quienes "ya nunca" volverá a ver. La carta parece haber sido enviada desde Tolón, en el sur de Francia, el 1 de febrero.
Jean-Christophe Sauterel, portavoz de la policía del Cantón del Vaud (domicilio de las gemelas), ha confirmado esta misma teoría en sus declaraciones a la televisión suiza: "En la última carta recibida por la madre de las gemelas, el padre afirma claramente haberlas matado y que no sufrieron, pero son sus declaraciones que, de momento, no se sustentan en ninguna prueba ni testimonio", dijo literalmente, "no hay certezas". Es por ello que siguen pidiendo declaraciones a potenciales testigos. A su vez, el portavoz de la policía ha confirmado que las gemelas fueron vistas por última vez en Córcega. El padre salió hacia Francia desde el puerto de Bastia (Córcega) en el ferry de las nueve de la noche solo, lo que refuerza la tesis de que lo que lo que haya pasado, ocurrió en la isla.
El diario suizo 24 Heures hizo pública ayer la esquela donde se da cuenta de la muerte de Matthias Schepp, de 43 años, que se suicidó el día 3 de febrero en Italia. Además, tras 12 días de búsquedas intensivas, la policía suiza detuvo ayer las investigaciones sobre el terreno.
Schepp recogió a sus hijas en casa de su mujer, de quien estaba separado, el pasado 29 de enero en la localidad de Saint Sulpice, en el cantón suizo del Vaud. La idea era pasar el fin de semana con las gemelas, pero tras la visita se perdió el rastro del hombre y las niñas. Comenzaba así un periplo que pasa por Marsella, desde donde supuestamente tomó el ferry con destino a Propriano (Córcega) acompañado de las menores, cuyo rastro se pierde poco después. Posteriormente, su viaje le llevó de Bastia a la ciudad francesa de Tolón, donde algunos testigos lo vieron.
El periplo continúa en Italia, donde el hombre pasó supuestamente por Ventimiglia antes de suicidarse el 3 de febrero tirándose bajo un tren en la localidad sureña de Cerignola, en la provincia de Puglia. Antes del viaje a Italia, Schepp envió a su esposa unos 7.500 euros en efectivo que había retirado de varios cajeros automáticos.
Sitios web para fabricar veneno
La policía suiza informó ayer de que Schepp consultó desde su ordenador personal varias páginas web con información para la fabricación de venenos caseros y obtención de armas de fuego al mismo tiempo que consultaba los horarios de barcos para el trayecto entre Marsella y Córcega. Según la policía, estos detalles demuestran que el hombre planeó minuciosamente todos y cada uno de sus pasos.
Las investigaciones se centran ahora en localizar una vieja grabadora de la que Schepp no se separaba y que no ha sido hallada ni en su domicilio ni cerca del cadáver. Los investigadores creen que el ingeniero pudo haber enviado la grabadora a Irina Lucidi con claves respecto a la suerte de las gemelas.
Los padres y hermanos de Matthias Schepp han hecho público por primera vez un comunicado de prensa en el que hacen saber que "siguen los acontecimientos de los últimos días con consternación e inquietud". La familia de Schepp cree posible que éste hubiera cometido el crimen "debido a problemas mentales graves y la pérdida de su personalidad normal".
En la misma nota de prensa, piden a los medios de comunicación que les "dejen en paz" y manifiestan su deseo de recordar a su hijo como un "padre amante y afectuoso". Tras la desaparición de Livia y Alessia, la familia creó un grupo de Facebook que ya reúne a varios miles de personas y en el que insistían: "No abandonaremos. Debemos continuar".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.