La prevalencia del tabaquismo entre los enfermos mentales triplica la de la población general
Las sociedades de psiquiatría piden tratamientos para dejar de fumar para este colectivo
Los enfermos mentales tienen una mayor predisposición al tabaquismo. Entre dos y tres veces más que en la población general, lo que quiere decir que fuma más del 60% de ellos. Por eso la Sociedad Española de Psiquiatría (SEP), la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica (SEPB) y la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental (FEPSM) piden que sean considerados candidatos preferentes para recibir tratamientos de desintoxicación.
Ya las leyes antitabaco (la de 2005 y la de este año) consideran que estas personas, sobre todo cuando están ingresadas, requieren un tratamiento especializado, y, de hecho, son de las pocas para las que se acepta la excepción de que cuenten con espacios para fumar. Las sociedades médicas apoyan la ley, pero insisten en la implantación de medidas de tratamiento.
"Los enfermos mentales presentan especiales dificultades para dejar de fumar y hasta ahora los resultados obtenidos en los tratamientos disponibles son discretos", afirma Julio Bobes, presidente de la FEPB. "El tema del tabaquismo en enfermos mentales ha recibido relativamente poca atención por parte de los profesionales. Tendríamos que considerar que los enfermos mentales deberían recibir más apoyo en la prevención, control y tratamiento del tabaquismo", añade Jerónimo Saiz, presidente de la SEP.
"Los enfermos mentales aumentan su consumo de tabaco en los episodios sintomáticos y mucho más en los ingresos en unidades psiquiátricas, donde algunos pacientes no fumadores se inician en el consumo", dice Bobes. "La adicción está especialmente arraigada en los fumadores con enfermedades mentales. La dependencia de nicotina es el trastorno por uso de sustancias más prevalentes en los pacientes con patología mental. Fumar afecta negativamente a la calidad de vida de estos pacientes", redunda Saiz.
"La adicción a la nicotina es muy intensa, hasta el punto que se necesite no solo tratamiento motivacional sino tratamiento multimodal, en el que se combinen tanto el abordaje psicológico como el soporte psicofármacológico (nicotina en forma de parches, comprimidos, inhaladores, etcétera) . De modo que en el caso de los pacientes diagnosticados de trastorno mental, se recomienda que sean los psiquiatras quienes tomen a cargo este tipo de tratamientos con el objeto de facilitar la deshabituación de los pacientes", concluye Bobes.
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