Los mercados de CO2 ni miran a Cancún
Los analistas prevén subidas del precio del dióxido de carbono pese al ritmo lento de las negociaciones
Lo lógico sería pensar que, al hundirse la negociación internacional del clima, los mercados de CO2 estuvieran en estado de pánico. Que todos aquellos que han invertido en comprar derechos de emisión estuvieran temblando ante la perspectiva de que se hundiera el precio a partir de 2012, cuando expira el primer periodo de cumplimiento de Kioto. Japón ha anunciado que no subirá a un Kioto II sin EE UU ni China y nadie en la Cumbre del Clima de Cancún tiene claro qué puede ocurrir a partir de entonces. Y sin embargo, el precio del CO2 sigue subiendo. La consultora Point Carbon ha hecho público un informe en el que prevé que la tonelada de CO2 pase de los aproximadamente 15 euros actuales a 22 euros en 2011, 25 en 2012 y a 36 en 2020.
¿Cómo puede ser que los mercados sigan con distancia lo que ocurre en Cancún? Si no hay régimen internacional de lucha contra el cambio climático, ¿por qué calculan que seguirá el mecanismo de compra-venta? Alejandro de Juanes es un consultor español afincado en Panamá y dedica a desarrollar los llamados "mecanismo de desarrollo limpio" (MDL), el sistema creado por Kioto en el que los países en desarrollo pueden invertir en tecnologías de bajas emisiones y vender lo ahorrado a países en el primer mundo. La empresa para la que trabaja, Inclam Co2, por ejemplo, construye pequeñas centrales hidroeléctricas, vertederos y plantas de cogeneración en Centroamérica y actúa como intermediario en la venta del ahorro de emisiones conseguido a eléctricas polacas.
Juanes explica que no teme demasiado por el futuro del mercado: "El mecanismo de desarrollo limpio seguirá de una forma o de otra y puede que con matices y cambios. Lo más importante es que así lo creen los fondos de inversión que ponen el dinero y que calculan un precio de la tonelada de CO2 de 25 euros". Juanes está en Cancún con una decena de empresarios españoles reunidos por la Fundación Empresa y Clima.
El futuro del MDL está en el aire en las negociaciones de Cancún. Si nadie sabe qué forma tomará el acuerdo -si lo hay- a partir de 2012, mucho menos cómo quedarán los elementos que dependen de ese tratado. Pero los empresarios dan por hecho que seguirá.
Kjersti Ulset, autora del informe de Point Carbon, explica por teléfono: "Creemos que el MDL continuará y los mercados cuentan con ello independientemente de lo que ocurra en Cancún". Juanes coincide: "La prueba de que los inversores no están demasiado pendientes de Cancún es que Point Carbon saque ese informe sin esperar a ver cómo terminan las negociaciones".
La UE ya tiene en marcha legislación hasta 2020 que incluye la compraventa de derechos de emisión para reducir las emisiones un 20% respecto a 2020. La UE ha debate si ampliar ese acuerdo hasta el 30% pero está dividida: Reino Unido, Alemania, Francia, España, Dinamarca y Bélgica están a favor y Polonia -en general los países del Este- e Italia están en contra. Point Carbon apuesta por un término medio y "prevé que la UE vaya al 25% de reducción de emisiones, pero no inmediatamente hasta el 30%", según Ulset. Según Point Carbon, el aumento de la demanda de derechos de CO2 por parte de las eléctricas del Este de Europa hará subir el precio.
El secretario general de la patronal eólica mundial, Steve Sawyer, explica en los pasillos de la cumbre de Cancún una opinión similar: "Quizá es que ya soy mayor y tengo memoria, pero esto tiene altibajos. Querríamos señales más claras de los políticos sobre la continuidad de los mercados de carbono. Pero aun así sabemos que va a haber un mercado europeo y dos mercados regionales en EEUU. Conociendo a los chinos es cuestión de tiempo hasta que se apunten para conseguir una inversión en tecnología".
Aunque la continuidad del MDL no está decidida en Cancún, la prueba de que de alguna forma se piensa en su futuro es que los países han alcanzado un acuerdo para incluir la captura y almacenamiento de CO2 como forma de compensar emisiones, una demanda histórica de países como Arabia Saudí.
Los ecologistas son muy críticos. Aida Vila, responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace, Aida Vila, señala: "La captura de CO2 solo es una excusa más para seguir quemando petróleo, gas y carbón. Además, no solo supondrá quitar enormes cantidades de dinero de las renovables, sino que la captura de CO2 solo se puede hacer en países con cierto nivel de desarrollo, que no son los más pobres. No es ahí donde debe ir la ayuda y la UE se contradice porque siempre dijo de centrar la ayuda en los más pobres". Point Carbon considera que la inclusión de la captura de CO2 para enterrarlo bajo tierra no afectará al precio de la tonelada, ya que es una tecnología a largo plazo.
De Cancún sale claro que hay empresas y sectores que están actuando al margen de las negociaciones. Una encuesta realizada por Ernst & Young a 700 ejecutivos concluyó que estaban dispuestos a aumentar sus inversiones en sostenibilidad.
Una de las iniciativas más interesantes fue la presentación de la web Shippingefficiency.org, en la que se puede consultar la eficiencia energética de más de 65.000 barcos de mercancías. La navegación emite más CO2 que un país como Alemania pero no están sometidas a ningún régimen de control. La iniciativa busca dar información a los consumidores y a las autoridades para beneficiar a los más eficientes. "La idea es que el puerto de Los Ángeles, por ejemplo, pueda dar preferencia a los buques más eficientes o rebajarles las tarifas. O decir que no pueden entrar los buques más contaminantes. Igual que no puedes comprar en Europa un frigorífico muy poco eficiente", señalan los responsables de la iniciativa.
La naviera Maersk, la mayor del mundo, apoyó la presentación a través de John Kornerup, su responsable de cambio climático: "Nosotros hemos mejorado la eficiencia, pero queremos que haya más transparencia para que el mercado pueda penalizar a las navieras más contaminantes".
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