Obama visitará este viernes la zona del vertido

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, viajará este viernes al golfo de México para supervisar personalmente las tareas de limpieza del vertido de la plataforma hundida Deepwater Horizon, que sigue incontrolado 36 días después del accidente. La visita, la segunda del presidente al lugar, se produce en un momento en que se acumulan las críticas de diversos congresistas y grupos ecologistas a la incapacidad de BP de taponar la fuga y en el que ambos grupos exigen al gobierno que tome la iniciativa en el dispositivo de emergencia, hasta ahora coordinado por la petrolera. Por su parte, BP tiene previsto cubrir hoy la fuga, a 1,5 kilómetros de profundidad, en el lecho marino, con una mezcla de lodos pesados y cemento.

Es un nuevo intento, aplazado desde la semana pasada, de cubrir el escape por la que emana crudo al océano desde un yacimiento a siete kilómetros de profundidad, BP ya ha intentado activar la válvula de sellado que falló el día del accidente e instalar dos campanas de cemento y acero. Todos los intentos de taponar la fuente del vertido han resultado, hasta la fecha, fallidos. El presidente de la empresa petrolera británica, Carl-Henric Svanberg, ha afirmado en una entrevista publicada este martes que se está haciendo "cuanto es posible" para frenar el vertido provocado por una de sus plataformas petrolíferas en el golfo de México, y se defendió de las numerosas críticas que está recibiendo su compañía por los fallos en la prevención y gestión de dicho incidente.

La Casa Blanca ha respondido, asimismo, a sus críticos que el gobierno dispone de los mismos medios que BP está aplicando y que asumir el control de todas las operaciones no cambiaría en nada la situación en el golfo. En una entrevista en el programa Good Morning America, Carol Browner, asistente al presidente para energía y cambio climático, aseguró este martes que la administración considera el vertido el más grave que ha existido en la historia de EE UU. "Creo que no hay duda de eso", dijo.

La tensión entre BP y el gobierno sobre la gestión del vertido se ha acrecentado en los últimos días. La Agencia de Protección Medioambiental ha ordenado a BP que deje de usar los disolventes con los que diluye el crudo en superficie o que busque una marca menos dañina para el medioambiente. La petrolera ha respondido que la marca que utiliza, Corexit, es la menos tóxica que se fabrica y, de momento, sigue utilizándola.

Diversos congresistas han criticado, además, la falta de información de BP sobre las operaciones en el golfo. Uno de los que más ha presionado a la petrolera, el representante demócrata por Massachusetts Edward Markey, aseguró este martes que BP le ha notificado que no emitirá imágenes en directo de la nueva técnica que va a usar para tratar de taponar la fuga. Hasta la fecha, y desde el pasado jueves, BP emite imágenes en directo de la fuente del vertido a través de su página web. "Sería un escándalo que apagaran ese video para la operación", dijo Markey en un comunicado.

Un memorando publicado este martes por dos congresistas estadounidenses aseguran que las investigaciones internas realizadas por la petrolera británica BP reconocen que el 20 de abril se habían registrado niveles de presión elevados en la plataforma Deepwater Horizon, por lo que la explosión que ha generado la enorme marea negra del golfo de México se debió a un "error fundamental" de la compañía. El documento de Waxman y Stupak no precisa quién tomó las decisiones después de que se detectara el problema, aunque tanto BP como Transocean, propietaria y operadora de la plataforma, han asegurado que contaban con supervisores en el yacimiento cuando explotó.

Esta semana, además, el Departamento del Interior ha ido revelando diversos fragmentos de un informe interno sobre la Agencia de Gestión Minera, elaborado por su inspector general. En ellos, se retratan prácticas corruptas y una cultura de concesión de licencias de exploración totalmente viciada, regida por la camaradería y el nepotismo. El secretario de Interior, Ken Salazar, que ha ordenado ya la supresión total de esa agencia, dijo este martes que el informe "es un ejemplo preocupante de la íntima relación entre la agencia y la industria petrolífera".