Apartados de sus funciones tres religiosos salesianos acusados de abusos en Holanda
La Iglesia católica noruega reconoce cuatro nuevos casos de pederastia y muestra su disposición a hacer públicos sus archivos secretos
El escándalo por los casos de pederastia en la Iglesia católica parece lejos de remitir. Tres sacerdotes católicos han sido apartados de sus funciones en Holanda, mientras que en Noruega se han desvelado la existencia de cuatro nuevos casos de posibles abusos sexuales a menores.
En el caso de Holanda, donde algo más de una cuarta parte de sus 16 millones de habitantes están registrados como católicos, se trata de las primeras suspensiones que vive la institución en ese país. Las primeras denuncias por abusos se hicieron públicas hace aproximadamente un mes. El religioso salesiano Herman Spronck ha señalado hoy que, tras consultar con los superiores de la congregación en Bruselas, se pediría a los tres curas acusados que cesaran sus actividades.
Aunque algunos medios holandeses han indicado que los tres acusados están todavía en activo, Spronck ha matizado que los tres han aceptado apartarse de sus actividades. "Es humillante tener que afrontar este asunto", ha dicho Spronck, quien ha asegurado que la orden salesiana cooperará plenamente con las investigaciones independientes.
Las tres suspensiones han llegado después de que la radio pública holandesa y un periódico local hayan denunciado en reportajes los abusos cometidos por religiosos salesianos contra algunos alumnos de un internado década atrás. La mayoría de las denuncias son de personas que pasaron por el internado hace 40 o 50 años.
Cuatro nuevos casos en Noruega
Por otro lado, la Iglesia católica noruega ha reconocido hoy la existencia de cuatro nuevos casos de posibles abusos sexuales a menores, después de que el miércoles admitiera que un ex obispo abusó sexualmente de un niño hace dos décadas.
El jefe de la Iglesia católica en Noruega, el obispo Bernt Eidsvig, ha dicho hoy en rueda de prensa que dos de los casos aparentemente ocurrieron en la década de los cincuenta y los presuntos abusadores ya han muerto. Otro ocurrió hace dos décadas, y el supuesto sacerdote abusador ya no vive en el país. El último caso se trataría de rumores, ha afirmado Eidsvig.
Estas nuevas revelaciones son un nuevo golpe a la ya empañada imagen de la Iglesia católica, agobiada por una oleada de acusaciones de abusos sexuales a menores en Irlanda, Estados Unidos, Alemania y otros países.
Eidsvig anunció el miércoles, por indicación del Vaticano, que su antecesor en la diócesis de Trondheim (sur de Noruega), Georg Müller, de 58 años, abusó de un monaguillo. Müller dejó su cargo en junio pasado, alegando problemas de cooperación con otros religiosos. El Vaticano estaba al corriente de los hechos desde enero de 2009, e indemnizó a la víctima, ahora en la treintena.
La prensa local cita, según sus investigaciones, nueve casos nuevos denunciados en los últimos días. "La Iglesia católica debe todavía investigar para determinar si se trata de casos no conocidos hasta ahora", afirma el diario.
"Voy a contactar con la fiscalía para decirle lo que sé y pedir consejo. Si recomiendan una investigación externa (a la Iglesia), estoy abierto", aseguró Eidsvig a Verdens Gang.
El obispo asegura que está dispuesto a colaborar con la justicia y tiene previsto abrir los "archivos secretos" en los que figura información delicada sobre sus sacerdotes, una vez conozca el parecer de la fiscalía. Aparte del caso de Müller, la Iglesia conocía de otros tres casos de pederastia en su seno.
Los abusos se cometieron cuando Müller, de origen alemán, era sacerdote en Trondheim. Tras años de silencio, la víctima contó los hechos a un sacerdote católico. La Iglesia abrió una investigación, e indemnizó al hombre con entre 400.000 y 500.000 coronas noruegas (entre 50.000 y 63.000 euros).
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.