La OMS anuncia una investigación ante las acusaciones de que exageró el riesgo de la gripe A
El organismo se pronuncia después de que el Consejo de Europa haya decidido debatir la gestión de la emergencia sanitaria
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha anunciado este martes que un grupo de expertos independientes analizará su actuación ante la gripe A. El organismo responde así a las acusaciones de que actuó en connivencia con la industria farmacéutica para exagerar los riesgos de la enfermedad con el fin de aumentar la venta de vacunas o tratamientos médicos.
La OMS se ha pronunciado después de que el Consejo de Europa anunciara que el mes que viene debatirá la gestión de la crisis sanitaria. El presidente de la Comisión de Salud de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, Wolfgang Wodarg, ha impulsado una iniciativa para que se investigue el posible papel de los laboratorios farmacéuticos. Wodarg, médico epidemiólogo, afirma en su página web que "la OMS, en cooperación con algunas de las grandes compañías farmacéuticas y sus científicos, redefinieron el nivel pandémico y redujeron el umbral de alarma. Estos nuevos estándares obligaron a los políticos de la mayoría de los países a reaccionar inmediatamente y firmar acuerdos comerciales para adquirir vacunas contra la nueva gripe, y gastar millones de dólares para responder al alarmante escenario que el Big Pharma (nombre literario para el lobby de las farmacéuticas), los medios de comunicación y la OMS estaban propagando".
La portavoz de la OMS, Fadela Chaib, ha declarado que "esperamos y damos la bienvenida a las críticas y a la oportunidad de discutirlas. En el futuro, realizaremos una evaluación de nuestro trabajo con expertos externos para analizar nuestro manejo y respuesta al virus AH1N1". No obstante, no ha precisado cuándo comenzará su investigación el comité de expertos. Chaib ha agregado que "estamos abiertos a las recomendaciones que puedan mejorar nuestra labor" y ha prometido que las conclusiones de la investigación se harán públicas.
El aspecto de la gravedad
Las acusaciones, que no son nuevas, se centran en una supuesta redefinición de la situación de pandemia hecha por la OMS en mayo pasado (la declaración de pandemia se realizó en junio). De acuerdo con los protocolos que se establecieron cuando se empezó a vigilar la anterior posible pandemia, la de la gripe aviar, ésta se declara cuando hay un virus que se propaga fácilmente entre personas de dos o más áreas geográficas (un reparto que se corresponde a rasgos generales con los continentes). El punto de discusión está en si basta con que la enfermedad se transmita fácilmente o si hace falta que, además, sea grave.
La organización no era ajena a que, dado que la epidemia de gripe no estaba siendo más mortal que la de otros años, iba a estar en el punto de mira. Ya el pasado 3 de diciembre colgó de su página web un documento en el que afirmaba que era "consciente de algunas dudas, manifestadas por los medios de comunicación, de que los vínculos de los expertos de los organismos consultores de la OMS con la industria farmacéutica podían influir en sus decisiones, especialmente en aquellas relacionadas con la pandemia de gripe". El texto concluía que las críticas eran "comprensibles, pero infundadas". "La OMS ha manifestado de manera constante que el impacto de la pandemia de gripe era moderado. La OMS ha recordado insistentemente a la comunidad médica, al público y a los medios de comunicación que la inmensa mayoría de los pacientes sufren una gripe leve que se recupera en una semana, incluso sin necesitar tratamiento. Aunque los virus de la gripe son impredecibles, se espera que este impacto moderado continúe a través de la duración de la pandemia", insistía la OMS. En la misma línea, la directora del organismo, Margaret Chan, dijo poco después que no se arrepentía de las medidas tomadas y que las volvería a repetir.
"Todavía es pronto"
Preguntada por las acusaciones a la OMS, Trinidad Jiménez ha señalado este martes que "el virus existía, el virus estaba provocando fallecimientos, un alto índice de contagio entre la población, existía una enorme preocupación porque no sabíamos cómo se iba a comportar y, por tanto, nuestra obligación como autoridades sanitarias era tomar todas las medidas necesarias para hacer frente a cualquier escenario". "En parte, el virus no ha afectado de una manera tan agresiva y tan grave a la población porque hemos tomado medidas de prevención y hemos podido reaccionar con mucha antelación", ha apuntado. A su juicio, "todavía es pronto" para determinar si hubo una alarma excesiva.
La OMS ha descartado por el momento levantar la declaración de pandemia. Sustenta esta decisión en que deben pasar varias temporadas antes de poder confirmar que la enfermedad no volverá a surgir, eventualmente, con mayor fuerza. Por el momento, se habla de esperar entre seis y doce meses más para poder declarar el fin de la pandemia.
España actuó con "proporcionalidad" al comprar las vacunas
La ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, ha reiterado este martes que España actuó con "proporcionalidad" en la compra de vacunas contra la gripe A y que ahorrará 170 millones de euros al haber podido cancelar más de la mitad de las dosis contratadas a las farmacéuticas. Jiménez ha insistido en que las vacunas sobrantes no se venderán sino que se aprovecharán probablemente para el año que viene.
"Todavía queremos mantener las vacunas. Son pocas ya las que quedan, pero las queremos mantener para poder hacer frente eventualmente a cualquier escenario que se pueda presentar y sobre todo teniendo en cuenta que es muy probable que el virus circulante el próximo año sea el virus de la gripe A y, por tanto, pueda servir incluso la misma vacuna de este año para el año próximo", ha dicho en declaraciones a la prensa durante una visita a Bruselas ante la Presidencia española de la UE.
La ministra de Sanidad ha explicado que el contrato firmado con las farmacéuticas permitía a España devolver parte de las vacunas que se habían reservado si no se necesitaban. "Finalmente, de los 37 millones de dosis que habíamos reservado y contratado solamente nos han servido 13 millones. Nueve han ido a las comunidades autónomas para que pudieran atender a la población que estaba definida como grupo de riesgo. El restante quedó en poder de la reserva estratégica del Estado para poder atender cualquier eventualidad", ha señalado.
"Esto ha supuesto un ahorro de alrededor de 170 millones de euros sobre lo que inicialmente habíamos presupuestado", ha resaltado Jiménez. "En España compramos vacunas para los mismos grupos de riesgo que estaban definidos en la gripe estacional, ni más ni menos. Y tomamos las mismas medidas necesarias que había que adoptar para hacer frente a picos altos de contagio en los centros sanitarios", ha proseguido la ministra. "Creo que en España actuamos con mucha responsabilidad, con previsión y con proporcionalidad a la situación", ha apuntado.
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