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Dos madres ante el acusado en el juicio por la muerte de Nagore

Asun Casasola pide "justicia para seguir viviendo" tras la muerte de su hija.- La progenitora del acusado le llama "chico responsable"

José Diego Yllanes, autor confeso de la muerte de la joven Nagore Laffage en los sanfermines de 2008, quien está siendo juzgado por asesinato y profanación de cadáveres en Pamplona, tuvo ayer que bajar la cabeza ante el testimonio de dos madres. La primera, Asun Casasola, madre de Nagore, acudió para explicar que tanto ella como su familia necesitan sentir que se ha hecho "justicia" con una pena ejemplar para después "intentar seguir viviendo" tras la muerte de su hija.

La segunda, la propia madre del acusado, María Rosario V., intentó transmitir al jurado que éste siempre ha sido un "chico responsable" que "cuidaba" a las dos novias formales que ha tenido en su vida. Ambos testimonios tenían más impacto emocional que trascendencia para el desarrollo del juicio.

"Le gustaban las de enfermería", testifica una amiga de Nagore

Era la primera vez que ambas pisaban la sala de vistas del Palacio de Justicia de Pamplona. Casasola no se dignó a mirar al acusado, que se quedó recogido en su silla con la mirada fija en el suelo, mientras ella describía a su hija como "una persona con mucha vitalidad, muy simpática, alegre, pero con carácter". Yllanes sólo miró a la mujer cuando su abogado quiso mostrar el "profundo pesar" del acusado por lo sucedido.

La madre de Nagore relató cómo se enteró de las circunstancias de la muerte de su hija el 8 de julio, al día siguiente del crimen, tras ser identificado el cuerpo. También rememoró su angustioso viaje hacia Pamplona, donde la Policía Foral le explicó que "había un 95% de posibilidades" de que el cadáver de una joven que había sido encontrado fuese el de su hija. "Fue horrible", relató. Al llegar, siguió los consejos de los agentes y optó por no ver el cuerpo. Casasola se encuentra desde entonces en tratamiento psicológico y de baja laboral. "Desde que murió estamos todos mal", añadió refiriéndose a su familia.

La madre de Yllanes relató cómo se encontraron a su hijo después de que supuestamente matase a la joven e intentara trocear y esconder el cuerpo: "Estaba totalmente ido, con frío, y solo decía que lo dejáramos y que no podía seguir así", testificó. Recordó que su hijo ha sufrido dos comas etílicos a lo largo de su vida y quiso recalcar que en la familia de su marido hay alguna intolerancia con el alcohol, por lo que ha "oído".

La defensa espera rebajar la condena de Yllanes alegando que actuó bajo la influencia del alcohol, pese a que un amigo que bebió con él esa noche aseguró que estaba borracho, pero no como para cometer una "barbaridad". Explicó que no considera a su hijo ni "autoritario" ni "caprichoso".

Sobre la relación que mantuvo con sus dos novias ?el acusado admitió que mantuvo varios encuentros con otras mujeres, al menos durante el segundo noviazgo?, su madre afirmó: "Creo que se trataban bien. Creo que Diego era responsable, cuidaba de ellas y las acompañaba a casa cuando salían".

Horas después de que Yllanes golpease supuestamente por vez primera a Nagore, la madre del joven le llamó por teléfono, llamada que al parecer contestó la muchacha . "No oí nada, no soy consciente de haber oído nada. No me di cuenta de que alguien descolgó el teléfono", reiteró ayer tras negar que sí lo hiciese y que por eso volvió a telefonear un minuto después.

María Rosario V. saludó a Asun Casasola tras declarar ambas y le pidió perdón por la muerte de Nagore.

También testificó ayer una de las compañeras de piso de Nagore, quien relató que aquella noche de los sanfermines salieron juntas y estuvieron por Pamplona hasta que sobre la una de la mañana del 7 de julio se separaron. Al ser estudiante de Enfermería como la víctima, señaló que ambas conocían a Yllanes como residente de cuarto año de la Clínica Universitaria, "no de trato, pero sí de vista".

Recalcó que el acusado tiene fama de "mujeriego" en la clínica y de que "le gustaban las alumnas de Enfermería". Estimó que Nagore era incapaz de irse a casa con un desconocido y que probablemente se fue con él porque le había visto en el centro hospitalario.

Asun Casasola (a la derecha) presta testimonio mientras Yllanes baja la cabeza.
Asun Casasola (a la derecha) presta testimonio mientras Yllanes baja la cabeza.EFE

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