_
_
_
_
_

La UE prepara el terreno para un fracaso en Copenhague y culpa a EE UU

Bruselas expresa su "frustración" y admite que pueden ser necesarios seis meses más para tener un pacto vinculante.- Washington, dispuesto a asumir un rango de recorte de emisiones pero no una cifra concreta

Cada día que pasa en las negociaciones del clima de Barcelona los mensajes se ensombrecen. Aunque la Unión Europea mantiene que su intención es alcanzar un acuerdo jurídicamente vinculante sobre reducción de emisiones entre 2012 y 2020 en un mes en Copenhague, este jueves ha admitido que "probablemente no es alcanzable" un pacto con sanciones. Así lo ha declarado en los pasillos a la prensa Artur Runge-Metzger, negociador jefe de la Comisión Europea. Runge-Metzger ha añadido que "pueden ser necesarios tres o seis meses más" tras la cumbre para alcanzar y poner en marcha el pacto total, y ha citado como causa las "realidades políticas en Washington". La Administración de Obama ha insistido en que no aceptará ningún acuerdo internacional hasta que el Senado no apruebe la ley que recorta las emisiones, para evitar un rechazo como el que cosechó en la Cámara el Protocolo de Kioto.

Más información
Problemas ambientales
Las potencias ven ya improbable un pacto vinculante sobre el clima
"África exportará tanta energía solar como 100 nucleares"
EE UU pide a China que reduzca sus emisiones a la mitad en 2050
Greenpeace se cuelga de Colón para reclamar un acuerdo sobre el clima

La directora de la Oficina Española de Cambio Climático, Alicia Montalvo, ha admitido "la frustración" que supone plantearse ya que no haya un tratado en Copenhague porque algunos países -no ha mencionado directamente a EE UU, pero era evidente la alusión- rebajan el "nivel de ambición". "Si no es posible en Copenhague, que sea lo antes posible", ha contestado a la pregunta de cuándo podría alcanzarse el pacto. Montalvo está en la troika que dirige las negociaciones de la UE al asumir España en enero la presidencia de la UE.

En lugar de un acuerdo vinculante, con sanciones para quien lo incumpla, la negociación se encamina ya hacia un acuerdo político, "un marco de actuación" en el que el nivel de reducción de emisiones podría aparecer con un rango entre dos cifras para dejar margen de maniobra al Senado de EE UU. El negociador de este país, Jonathan Pershing, ha restado valor a la discusión sobre si hay un acuerdo vinculante o un texto político, algo clave para los países en desarrollo: "El asunto de si es vinculante o no es un poco engañoso. Nuestros abogados nos dicen que puedes tener lenguaje vinculante en una decisión y objetivos voluntarios en un tratado internacional".

Runge-Metzger ha afirmado que ese texto tendría que incluir un calendario de puesta en marcha, pero hace dos años, en la Cumbre de Bali, ya se decidió tener en Copenhague un acuerdo de reducción de emisiones que sustituya a Kioto en 2012.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_