_
_
_
_

San Francisco estudia proteger el Golden Gate de los suicidas

Dos mil personas se han quitado la vida desde que se levantó la estructura hace siete décadas

Las autoridades de San Francisco estudian modificar sustancialmente el emblemático puente del Golden Gate para espantar a las personas que cada año eligen ese punto de la ciudad californiana para quitarse la vida. La mayoría lo consiguen. Por eso, el ayuntamiento quiere poner punto y final a una controversia que se prolonga ya más de siete décadas, en concreto 71 años, desde que el puente se abrió al tráfico, informa Los Angeles Times.

Los responsables de la gigantesca estructura han hecho público un informe de impacto medioambiental que explora por primera vez los costes económicos y la fiabilidad de cinco diseños, que van desde elevar una verja de 7 metros que protega la pasarela para los viandantes hasta desplegar una red que atrape a aquellos que opten por dar el salto al vacío.

Mary Currie, una portavoz del Distrito del Puente del Golden Gate, ha calificado el informe de "hito". "Nunca antes habíamos aprobado un análisis medioambiental", se congratula esta responsable. El problema es, sobre todo, económico, ya que la agencia responsable de la gestión del puente no tiene dinero suficente para llevar a cabo cualquiera de los proyectos, que tienen un coste de entre 25 y 50 millones de dólares, según Currie.

Desde que el puente abrió al público en 1937, más de 2.000 personas han acudido allí para quitarse voluntariamente la vida. El puente está suspendido aproximadamente a 80 metros por encima del nivel del mar. El impacto es casi siempre mortal, sobre todo si se tiene en cuenta que un cuerpo en caída libre desde esa altura alcanza una velocidad de más de 100 kilómetros por hora. Los que sobreviven mueren en las aguas gélidas de la bahía de San Francisco.

El año pasado, 35 personas saltaron desde el puente, un 75% más de la media anual, que está en 20 muertes, según registros oficiales.

Partidarios y detractores

Los vecinos de San Francisco que reclaman desde hace años una protección que evite más decesos han reaccionado al estudio con una mezcla de optimismo y frustración. "¿Cuánta gente más tiene que morir, cuántas familias más tienen que llorar antes de que esta gente haga algo?", se pregunta David Hull, presidente de la Fundación creada específicamente para reclamar una mayor seguridad en el emblema de la ciudad de las colinas. Su hija de 26 años se suicidó desde el puente en 2003. "Llevan hablando de la barrera los últimos 70 años y todavía no han tomado ninguna decisión. ¿Cuanto tiempo más se van a extender las conversaciones y las reflexiones?"

Currie asegura que una de las dificultades con que se topará cualquier iniciativa es que el puente, de estilo Art Deco y que conecta San Francisco con el Condado de Marin, figura en el Registro Nacional de Lugares Históricos, que no contempla vallas que puedan alterar su estructura.

Eve Meyer, directora ejecutiva del departamento de la prenvención de suicidios de la ciudad de San Francisco, ha confiando en que más pronto que tarde se levante una barrera. "Existen muchos mitos y supersticiones sobre el suicidio que han ayudado a que esas 2.000 personas murieran en el puente", ha explicado esta psiquiatra. "Existe la sensación de que se van a quitar la vida de cualquier manera, por lo tanto, ¿por qué arruinar un puente tan precioso?".

Currie, por su parte, ha dicho que los estudios se someterán al escrutinio público durante los próximos 45 días. Están previstas dos reuniones públicas en el condado de Marin y cualquiera que lo desee puede dejar sus comentarios y sugerencias en la web ggbsuicidebarrier.org. Según esta funcionaria, los directores del puente decidirán sobre la barrera a partir del mes de octubre. Pero el debate está en la calle: "Esta mañana recibí un correo de un hombre cuya hija se suicidó desde el puente. Pero también tenemos la opinión de mucha gente que piensa que cualquier protección es una pérdida de tiempo. Son reacciones enfrentadas."

Meyer ha animado a ambas partes a dialogar. "Soy el tipo de persona que cree que algún día veré a Romeo y Julieta casándose y teniendo hijos", ha dicho. "Creo que la barrera se construirá finalmente. No sé si el momento ha llegado todavía pero hemos dado un paso importante".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_