Religiosos holandeses se desmarcan de la última película crítica con el Islam
'Fitna', obra del ultraderechista neerlandés Geert Wilders, levanta ampollas en el mundo islámico
Aún no ha sido estrenado y el cortometraje elaborado por el político neerlandés de extrema derecha Geert Wilders ya es el centro de una gran polémica en los Países Bajos. La cinta critica duramente las escrituras del Islam e intenta mostrar cómo algunos versos del Corán incitan a los musulmanes modernos a actuar violentamente y de forma antidemocrática. Fitna, como ha sido bautizada la película, hace honor al significado de su nombre en árabe: división y guerra.
El contenido del cortometraje, de 15 minutos de duración, ha caldeado tanto los ánimos del mundo musulmán que una delegación de los Países Bajos, formada por representantes de la Iglesia protestante, el Órgano de Contacto entre Musulmanes y el Estado, y el Grupo de Contacto "Islam", viajará a Egipto para explicar que la óptica del Islam reflejada por Wilders no es compartida por la sociedad holandesa.
"Consideramos nuestra responsabilidad como cristianos y musulmanes de Holanda el ir a explicar a Egipto, uno de los principales centros del Islam, cuál es exactamente la situación en Holanda, qué opinamos de la cuestión, y a la vez dejar ver las buenas relaciones entre religiosos cristianos y musulmanes holandeses", ha explicado Bas Plaisier, cabeza de la Iglesia protestante neerlandesa y uno de los líderes de la delegación, según publica en su web la emisora exterior de los Países Bajos, Radio Nerderland.
La delegación que viajará a Egipto considera su misión de suma importancia, ya que entre los holandeses residentes fuera de los Países Bajos, especialmente en Sudán, Indonesia y Oriente Medio, ha surgido el miedo a posibles represalias a raíz de la película del político del Partido de la Libertad.
Hace unos días el servidor de la página donde iba a ser emitido el corto decidió censurar el sitio. Geert Wilders está bajo protección policial desde 2004, fecha en que un islamista radical asesinó al director holandés Theo van Gogh, autor del cortometraje Submission, centrado en el tema de la violencia contra las mujeres en las sociedades islámicas.
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