Tuberculosis letal en el vuelo 385

La semana pasada las autoridades de Estados Unidos detuvieron y pusieron en cuarentena a un ciudadano estadounidense que viajó durante más de dos semanas entre Estados Unidos, Europa y Canadá con síntomas de una tuberculosis "extremadamente resistente a los antibióticos", un caso raro y a menudo fatal de la infección, informan hoy varios medios estadounidenses. La policía federal e internacional está poniéndose en contacto con todos los pasajeros de los vuelos a los que subió el hombre, ante la posibilidad de que haya habido contagios.

El hombre, cuya identidad no ha sido revelada, voló desde Atlanta a París con el vuelo Air France 385 del pasado 12 de mayo. Tras varios vuelos internos a Europa, que lo llevaron a Roma, Grecia y República Checa, el ciudadano estadounidense regresó a Montreal, en Canadá, con el vuelo 104 de Czech Air que salió de Praga el día 24 de mayo. La policía está centrando su atención en los pasajeros de los dos vuelos transoceánicos que cogió el hombre, especialmente en las personas que viajaban en los asientos cercanos a él y en la tripulación. A pesar de que la cepa no es de las más infecciosas, la cercanía con el enfermo y las muchas horas de duración de un vuelo transoceánico, podrían haber ayudado la transmisión del virus a otras personas.

Una vez en Montreal el hombre condujo hasta los Estados Unidos, allí ingresó en un hospital de Nueva York el día 25 de mayo. Ahora está ingresado en un hospital de Atlanta bajo vigilancia de los agentes federales, después de que un vuelo especial del Centro para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CCPE) de Estados Unidos lo fuera a buscar.

Un telefonazo en Roma

El doctor Martin S. Centron, miembro de la agencia CCPE, ha asegurado a The New York Times que llamó personalmente al enfermo cuando éste se encontraba en Roma y le comunicó que los exámenes que había hecho ante de salir para Europa mostraban que tenía una forma de tuberculosis extremadamente resistente a los antibióticos convencionales. También le avisó de que no tenía que coger un vuelo de línea para regresar a los Estados Unidos y que debía contactar con la Embajada, donde se le brindaría toda la asistencia médica necesaria. Sin embargo, mientras la agencia pensaba en cómo traerlo a Estados Unidos, el hombre cogió el vuelo para Atlanta y condujo hasta Nueva York.

La agencia ha afirmado que es el primer caso de tuberculosis extremadamente resistente que se detecta en un avión de línea, y que por esto no puede asegurar que las recomendaciones que ha dado sean adecuadas para establecer los posibles riesgos de transmisión.

Ante esa duda, la doctora Julie L. Gerberding, directora del CCPE, ha dicho que su agencia está aconsejando a todos los pasajeros que se hagan una prueba para la tuberculosis aunque creen que no están a riesgo. Esta consideración se basa en los datos de las pruebas efectuadas sobre la saliva del hombre, que muestra un número de bacterias de tuberculosis demasiado pequeño para ser identificado, pero suficientes para infectar a otros.