Portugal despenaliza el aborto en las primeras 10 semanas
El presidente Cavaco Silva tiene 20 días para aprobar o vetar la ley, ratificada en referéndum
El Parlamento luso aprobó ayer la nueva ley que despenaliza la interrupción voluntaria del embarazo por decisión de la mujer y durante las primeras 10 semanas de gestación. Ahora, el presidente Silva dispone de 20 día para ratificarla o vetarla. El abanderado del proyecto, el primer ministro José Sócrates, ha afirmado que espera que la ley ponga fin a la lacra del aborto clandestino, al que recurrían entre 20.000 y 40.000 mujeres portuguesas cada año. La ley actual, de 1984, prevé penas de hasta tres años de cárcel para las mujeres y de dos a ocho para el médico que practica el aborto.
La iniciativa fue aprobada con los votos a favor del Partido Socialista (PS), el Partido Comunista Portugués (PCP), Los Verdes, el Bloco de Esquerda y también de 21 diputados del conservador Partido Social Demócrata (PSD). Los portugueses decidieron el 11 de febrero en referéndum y por mayoría despenalizar el aborto, aunque una abstención que superó el 50% ha obligado al Ejecutivo socialista a llevar la reforma al Parlamento.
Las propuestas alternativas del PSD y el Partido Popular de Portugal (CDS-PP), también de orientación conservadora, fueron rechazadas por la mayoría parlamentaria de izquierda. El jefe de Estado, Aníbal Cavaco Silva, dispone a partir de ahora de veinte días para vetar o aprobar la nueva ley. Además, existe la posibilidad de que envíe el documento al Tribunal Constitucional, paso para el que dispone de ocho días desde su recepción.
Sócrates, abanderado de la ley
El primer ministro, el socialista José Sócrates, fue el abanderado de una iniciativa que, según sus propias palabras, acabará con la lacra del aborto clandestino, un problema sanitario de gran alcance, ya que se estima que cada año recurren de forma ilegal a esa práctica entre 20.000 y 40.000 mujeres. En la votación del pasado febrero, 2,2 millones de portugueses -el 59,25%- se pronunció a favor del sí, frente a los 1,5 millones, el 40,47%, que dijo no.
La nueva ley puede encontrar, no obstante, serios problemas de aplicación, al chocar con el Código Deontológico de los médicos que, en principio, prohíbe la práctica. En el referéndum de 1998, se impuso el no con el 50,9%, aunque el resultado fue invalidado por la abstención del 68,06 por ciento del electorado. Las estadísticas oficiales reflejan anualmente un millar de abortos legales, aunque la Asociación para la Planificación y la Familia (APF) calcula que en los últimos años han abortado en total clandestinamente en Portugal más de 350.000 mujeres de entre 18 y 49 años.
La actual ley de 1984 impone penas de hasta tres años a la mujer que se someta a un aborto ilegal y de dos a ocho al médico que lo practique, pero permite el aborto en las primeras 12 semanas en caso de violación o si hay riesgo para la vida o la salud de la madre.
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