Los restaurantes de Nueva York se preparan para la batalla contra las grasas 'trans'
500 neoyorquinos mueren al año por consumir alimentos cocinados con aceites hidrogenados
Los pequeños restaurantes de Nueva York han pedido más tiempo para poder atender los requerimientos del Departamento de Salud en su lucha contra las grasas hidrogenadas, que causan la muerte al año de unas 500 personas en esta ciudad. El departamento de Salud analizó este lunes la iniciativa, planteada en septiembre, de convertir a esta ciudad en la primera de EE UU que prohíbe los alimentos cocinados con este tipo de grasas manipuladas artificialmente, propuesta que podría aprobarse en diciembre próximo.
La medida que plantea el proyecto municipal se considera demasiado drástica y perjudicial por muchos pequeños restaurantes de la ciudad, como aseguraron este lunes representantes de establecimientos de comidas. Luis Núñez, presidente de la Asociación de Restaurantes Latinos, explicó que, de un millar de propietarios que sondearon recientemente, 982 no sabían a qué se estaban refiriendo cuando se hablaba de grasas hidrogenadas. "Tenemos un gran problema. Y la ecuación es: normas, falta de información y multas. Una avalancha de multas llegará y queremos evitar que eso suceda", señaló Núñez, quien aseguró que la entidad que preside representa a unos 5.000 establecimientos en Nueva York.
Los propietarios de pequeños restaurantes piden al Departamento de Salud que haga un esfuerzo mayor en orientarles acerca de las alternativas de que disponen y que la transición sea más amplia, y aseguran que también están a favor de mejorar la salud alimenticia. Las autoridades neoyorquinas anunciaron en septiembre su determinación de prohibir en los restaurantes el uso de aceites hidrogenados y también de dictar normas para que los consumidores tengan claro la cantidad de calorías que ingieren.
Plazo de seis meses
Después de una campaña informativa y educativa de un año con el fin de que los restaurantes eliminaran de manera voluntaria los aceites hidrogenados en sus comidas, las autoridades comprobaron que muchos locales seguían usándolos, por lo que parecen ahora dispuestas a abordar el asunto con más agresividad. La propuesta contempla un plazo transitorio de seis meses para que los restaurantes cambien a aceites, margarinas y otros productos con menos de 0,5 gramos de grasas hidrogenadas por ración. Después de 18 meses, todos los productos que ofrezcan a sus clientes deberán estar en esa misma línea.
Las autoridades estiman que al menos 500 neoyorquinos pierden la vida cada año a consecuencia del consumo de grasas artificialmente hidrogenadas, lo que se vincula a un mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Argumentan que, al igual que el plomo en la pintura, ese tipo de ingredientes en los alimentos es invisible y peligroso, y puede sustituirse sin que se altere de forma sustancial el sabor o el coste del producto. Los estadounidenses consumen de media casi 6 gramos diarios de
ese tipo de grasas y un menú de comida rápida puede contener más de 10 gramos, según datos del departamento de Salud.
KFC se aplica
Las grandes cadenas de comida rápida, que a menudo están en el punto de mira de cuantos denuncian el grave problema que supone la obesidad y el sobrepeso en este país, se han aplicado a reducir o eliminar el uso de aceites hidrogenados en sus comidas. La última en tomar una medida de ese tipo ha sido la corporación KFC, filial de Yum! Brands, que anunció hoy que en sus 5.500 establecimientos en EE UU ya no utilizarán aceite de soja parcialmente hidrogenado para cocinar.
La medida se ha puesto ya en marcha en numerosos restaurantes y prevé que esté implantada en todos los establecimientos de la cadena a finales de abril de 2007, explicó la empresa en un comunicado. La cadena Wendy's anunció a finales de agosto que había completado el proceso para eliminar también el uso de aceites saturados en sus 6.000 establecimientos en EE UU y la compañía Walt Disney también se propone aplicar a finales del próximo año una medida similar a los menús que ofrece en sus parques y centros de vacaciones.
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